Después de ver las cocinas de tres desesperadas mujeres, volvemos a disfrutar de otras tres espaciosas cocinas en las que más que guisar podríamos vivir. Volveremos a ver islas, penínsulas, grandes ventanales que las inundan de luz y grandes estancias sin tabiques abiertas al resto de la casa. ¿Preparados?
Lynette Scavo ha sufrido varias transformaciones a lo largo de los años, de ejecutiva de publicidad pasó a ser ama de casa y esa es una espina que siempre lleva clavada. Una grave enfermedad paró su vida y ahora lucha por centrar a su marido, al que en ocasiones ve muy lejos de su ideal.
Su cocina es una de las más acogedoras. La escalera que sube al piso superior define uno de los límites de este espacio. Un fondo de un cálido tono azul sirve de lienzo para la acción que aquí se desarrolla. En el centro de la cocina, una mesa de madera en la que la familia se reune para comer, cenar, discutir y callar.
Los muebles están lacados en blanco y sobre ellos resaltan las encimeras de madera. Los fogones están situados en una hornacina de obra en la que también se integra una campana extractora. Dos pequeñas barras enmarcadas por sendas columnas la separan del salón, y de nuevo el parqué unifica los ambientes.
Katherine Mayfair es el personaje del que menos sabemos, ya que es la última en incorporarse a la serie. Su rivalidad con Bree Van de Kamp ha devenido en una buena amistad que va asentándose poco a poco. Ambas comparten el negocio de catering y ella lucha por encontrar su lugar en él.
Su cocina resulta muy alegre, realizada por completo en color amarillo, tanto en los muebles como en las paredes. Estas aparecen paneladas en madera a media altura. Volvemos a ver el fogón dentro de una estructura de obra que lo aisla de las encimeras, en este caso, el fondo se reviste de baldosas de gresite en tonos blanco y gris, el único contraste de color de esta cocina.
Los armarios presentan puertas opacas y solo podemos ver algo de vajilla en un mueble de estantes junto a los fuegos. En el centro vemos una gran alfombra de algodón en tonos claros que protege el delicado suelo de madera. Abierta al salón por dos costados, en uno de los lados hay una rústica barra de desayunos que da paso al comedor.
Y acabamos nuestros días de visita en Wisteria Lane con un almuerzo en la cocina de Susan Mayer, situada en el número 4353. Escritora e ilustradora de libros para niños, nos ha deleitado con algunos de los mejores momentos de la serie a causa de su torpeza y espontaneidad.
Su cocina es un sueño de espacio y luz. El tono melocotón de las paredes se ve potenciado por el blanco de los muebles y la luz que entra por los ventanales. Estos están vestidos con ligeros visillos blancos que nacen de unos bandós de volantes colocados en lo alto de los marcos.
Los fuegos están en el centro de la estancia, encastrados en la isla central. Sobre ellos, una gran lámpara doble ilumina durante la cocción, pero la ausencia de campana extractora nos hace de nuevo caer en la cuenta de la trampa. El gran frigorífico encuentra un espacio para él solo, situado dentro de una estructura de obra.
Parte de su encanto lo aportan varios rinconcitos casi secretos en los que escribir, trabajar con el ordenador o retocarse el maquillaje junto a una romántica lámpara con pantalla de tela. Extraño para una cocina, pero estas chicas son así...
Un rincón ligeramente abuhardillado muestra la estructura de madera del tejado y alberga delicadamente el comedor, de un blanco casi cegador.
Estas son las cocinas de las mujeres de Wisteria Lane, una idílica calle de la ciudad de Fairview, en el ficticio estado de Eagle, donde todo es posible… incluso cocinar sin campana extractora en una cocina abierta al salón.
Imágenes vía | Abc, Tutele
En Decoesfera | Cocinas en serie: Mujeres desesperadas (I), Cocinas en serie
Ver 4 comentarios