De primeras puede parecer una idea descabellada, pero si la analizamos bien, no lo es tanto. No estamos hablando de decorar la cocina con una cara y delicada alfombra persa, sino con una jarapa de algodón todoterreno, lavable y resistente que nos sacará de más de un apuro llegado el momento.
Colocada cerca de los fuegos y el fregadero puede ser muy práctica ya que puede evitarnos más de un resbalón y ayudarnos a mantener el suelo de esa zona tan castigada en mejor estado.
Por supuesto tenemos que tener al menos dos alfombras similares para poder lavarlas con regularidad y que no estén sucias y aún así es preferible que no sean completamente lisas, ya que con alguna trama o dibujo se mantendrán con mejor aspecto.
Al cocinar, el aceite suele saltar con tal fuerza que muchas veces el suelo se vuelve resbaladizo, algo muy peligroso en una cocina, ya que un resbalón con una sarten humeante o un cazo con agua hirviendo en la mano puede ser fatal.
En el caso de sufrir una pequeño fuego puede servirnos para evitar que llegue a mayores, lo sé por experiencia, ya que en una ocasión se me incendió un soplete de cocina y pude apagarlo envolviéndolo en la alfombra. No quiero ni pensar que hubiera pasado si no la hubiera tenido tan a mano.
También ante una eventual caida de agua sobre el suelo, podemos colocarla sobre el charco como medida de urgencia, ya que el algodón es muy absorbente y evitará que el agua se extienda. Después con un poco más de calma, secaremos el suelo con una fregona.
Además de estos aspectos prácticos, diremos que una alfombra dará a nuestra cocina una imagen más agradabley cálida, añadiendo ese toque de confortabilidad que a veces falta a los suelos de baldosas.
Imagen vía | CCOO Orange
Ver 6 comentarios