En la cocina muchas veces hay problemas entre lo que queda bien y lo que es funcional. Me he encontrado hoy con que Brabantia ha sacado unas cestas de algodón de cocina, que son un complemento de un sistema de almacenaje en pared, kitchen today, el cual sí que me parece una gran idea... pero lo de las cestas ya no lo veo tan claro.
Es evidente que la cesta bonita es, de eso no hay duda, en color gris muy neutro, no condiciona la decoración y es perfecta para casi cualquier cocina moderna, pero lo que no me acaba de convencer es que sean de tela. Me refiero al hecho de que con lo que se manchan las cosas en la cocina, me veo teniendo que lavar las cestas cada dos por tres e incluso en la situación de que acaben con manchas permanentes.
Nos dice el fabricante que las cestas se pueden lavar en la lavadora, sino eso ya sería una locura, pero no creo que sean compatibles con lejía y se indica una temperatura máxima de cuarenta grados celsius. Siendo realistas en la cocina entre grasa y comida, normalmente los accesorios de uso frecuente se manchan mucho y yo opino que el plástico u otro material más cómodo para limpiar, podría resultar mejor.
Conste que es esa la única pega que les pongo, por lo demás me parece muy cómoda la opción de tener todo a mano en una barra de pared y estas cestas multiplican la capacidad de los colgadores, eso es evidente, además podemos descolgarlas y colocarlas sobre la encimera cuando estemos trabajando con cosas que están dentro de ellas, y eso es también muy interesante.
En definitiva, que cómo idea me parece muy buena, pero que yo le cambiaría el material, tal vez el plástico sea menos elegante que estas cestas, pero se puede fregar con estropajo, meter en lejía e incluso si es resistente en al lavaplatos, en poco tiempo lo tenemos cómo nuevo. La tela tendrá que ir a la lavadora con mucha más frecuencia, quedará bien o no y además habrá que esperar a que seque.
Aunque hay otra opción a tener en cuenta y es que aunque las cestas hayan sido para la cocina, no solo se pueden utilizar en ella, sino en cualquier otra estancia de la casa y ahí si que les veo más utilidad, para guardar, cosas pequeñas de todo tipo, complementos personales en el dormitorio, cosméticos en el baño... Ahí ya no me parece tan mala idea.
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