Os hemos dicho ya en varias ocasiones que un cambio de color puede sinónimo de cambio radical en algunas situaciones, y para ejemplo esta cocina que os traigo hoy.
Todo un antes y después de darle un cambio de color a cada rincón, con el que se consiguió por un lado un ambiente más cálido pero también más joven y dinámico.
Todo ello sin hacer cambios radicales como de distribución que se ha quedado en L como estaba con anterioridad, eso sí, con distintas puertas para los armarios, distintos colores y detalles muy vitales.
Antes
Pero empecemos desde el principio, por el antes. La cocina como podéis ver dispone de dos entradas, una que da a un pequeño pasillo trasero que se adentra en la cocina y otra que se abre hacia una habitación posterior mediante un tabique corto.
Además consta de una ventana, pero como podéis ver la iluminación es pobre, y a pesar de ser una habitación abierta se ve fría y bastante sombría.
Esto puede tener que ver también con el color de las paredes, un marrón claro, pero demasiado oscuro para la situación en la que nos encontramos que ensombrece bastante la habitación.
En los armarios tenemos el mismo problema, aunque tienen el acierto de escoger puertas blancas y brillantes que potencian la luz, están intercaladas con marrones, y además colocadas de manera que no pueden aprovechar la luz de la ventana.
Después
Como hemos dicho el cambio en este caso se ha basado en un nuevo color, en distintas tonalidades, que va desde las paredes a las puertas de los armarios.
El color elegido ha sido el verde, que se entremezcla con madera en color miel para darle un aspecto mucho más cálido a la cocina.
Empecemos desde la izquierda, el pasillo en el que se encuentra la ventana, la principal entrada de luz, se ha pintado de un color más claro, para así aprovecharla mejor, además a la ventana se le ha colocado una pequeña cortinilla pero se ha dejado abierta en su totalidad evitando la obstaculización de la luz.
En cuanto a la cocina se ha cambiado el color de los armarios por madera, se ha colocado un azulejo brillante en la parte media que haga que se refleje la luz aprovechándola más.
En la parte superior se ha pintado en un verde más oscuro, creando contraste con el verde del pasillo.
Por último la izquierda, que se abre hacia la siguiente habitación donde se ha conservado el color marrón, ahí también se ha utilizad el verde claro, para volver a crear contraste, y como detalle en la parte superior podemos ver una forma en hierro forjado.
Imágenes vía | CasaSugar
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