Adiós islas de cocina: la tendencia para 2025 es un look más auténtico, funcional y acogedor

Si había dos tendencias que en los últimos años se estaban imponiendo en las cocinas tanto de obra nueva como de reformas eran las cocinas abiertas y las islas de cocina. En el primer caso, la tendencia es mantenerlas abiertas, aunque con posibilidad de separación.

En el segundo caso, la instalación de las islas de cocina era el sueño de cualquiera que podía tener una cocina grande. Tantos años viendo series y películas americanas en las que se cocinaba o se charlaba o se tomaba una copa en torno a ellas habían conseguido que este elemento se metiera en nuestro imaginario colectivo y se convirtiera en un objeto de deseo.

Además de por la parte estética, las islas de cocina son muy prácticas, ya que permiten aprovechar al máximo el espacio en cada momento del día. Nos permiten desayunar, comer o cenar, pero también cocinar y manipular los alimentos, instalar electrodomésticos, zonas de almacenamiento... Y también son utilizados en muchas casas para teletrabajar o para que los peques hagan los deberes. 

Adiós a las islas de cocina en estancias pequeñas o sobrecargadas

Pero esa imagen idealizada de las islas de cocina está desapareciendo para buscar cocinas más funcionales y acogedoras. Evidentemente, las islas de cocina seguirán existiendo en las cocinas más grandes y espaciosas. Pero en 2025 van a encontrarse con la competencia de otro elemento que podría sustituirla en muchos casos: la mesa de comedor.

Las cocinas de inspiración americana con muebles de diseño en color blanco y los espacios abiertos están quedando algo desfasadas, y con ellas, las grandes islas de cocina. Incluso el concepto de cocina abierta, tan en boga desde hace años, parece dar ciertas muestras de agotamiento, o al menos, de una evolución.

Ahora, se buscan espacios acogedores y multifunción que integren el comedor dentro de la zona de cocina, dejando así el espacio del salón para disfrutar únicamente de los momentos de ocio y relax.  Y eso nos lleva a buscar espacios flexibles que muchas veces no se pueden lograr si hay una isla de cocina.

Hay que tener en cuenta que una isla de cocina puede ser un elemento visual demasiado pesado que no encaja en cualquier espacio, aunque en los últimos años se ha metido muchas veces con calzador porque era un elemento que estaba de moda.

Para solucionar ese problema, la isla de cocina se va readaptando hacia islas en península, o directamente, son sustituidas por mesas de comedor que ayudan a integrar cocina y zona de estar.

Las ventajas de una mesa de comedor

En el caso de las cocinas abiertas, la tendencia es integrarlas por completo en la decoración del salón, con mobiliario que hace que casi desaparezcan gracias al panelado que sirve para ocular hasta los electrodomésticos. En este contexto, en muchas cocinas surge la oportunidad de eliminar la isla de cocina y sustituirla por una mesa de comedor, redoblando el esfuerzo de integrar por completo la cocina en la zona de día.

Así, las mesas de comedor cobran un nuevo protagonismo en las cocinas más actuales si no disponen de mucho espacio o que no necesitan del espacio extra de almacenamiento que puede suponer una isla de cocina. Con este elemento, podremos descongestionar el espacio tanto a nivel físico como visual.

Las mesas de comedor integradas en la cocina brindan una sensación acogedora al espacio, aportando un punto de diseño. A la vez que siguen ofreciendo espacio para cocinar, aunque con asientos dispuestos en torno a ella de una forma más conversacional, frente a los asientos alineados que suelen ser característicos de las barras y de muchas islas.

Además, las mesas pueden tener un diseño determinado que se adapte al ambiente que queremos crear, y son más flexibles. Una isla de cocina es imposible moverla, pero una mesa de comedor o de cocina, se puede trasladar en cualquier momento dependiendo del espacio que necesitemos.

Por otro lado, una mesa tradicional permite crear momentos más especiales que la encimera de una isla de cocina, donde parece que invita únicamente a momentos más desenfadados.

Gracias a estas ventajas físicas, visuales y funcionales, las mesas de comedor están cobrando nuevo protagonismo en los diseños de las cocinas de muchos interioristas, frente a la isla de cocina, mucho más pesada y menos flexible. 

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