Esta hermosa casa pertenece a la interiorista griega Marilyn Katsaris. Está situada en la isla de Tinos en Grecia, ya ha sido reformada por los arquitectos griegos Zege en colaboración con la propia Marilyn. Como te puedes imaginar es un lugar de ensueño.
Situado en una montaña esta casa de vacaciones con unas inmejorables vistas está formada por dos viviendas independientes que se han unido a través de un mirador pintoresco. Esta paradisíaca casa tradicional griega en la isla de Tinos ha sido reformada únicamente para ser más confortable.
La máxima del proyecto era respetar el entorno arquitectónico y sacar el máximo partido a la simplicidad de su arquitectura, que aunque simple es de una gran belleza. Aunque no lo parezca la sala de estar tiene 250 metros cuadrados.
El entorno y su paisaje es impresionante, mires por donde mires, las vistas nunca decepcionan. Como curiosidad contarte que todos los cuartos de baño son formaciones rocosas, que han querido dejar a la vista, para mostrar este carácter simple, de campo, tan típico de esta arquitectura.
Como si de una cueva se tratara, las paredes, marcos de puertas y otros elementos arquitectónicos son redondos y rugosos, no hay una sola pared lisa y recta. Tanto su entorno como su arquitectura son de una belleza pintoresca que la convierte en una vivienda idílica, perfecta para unas vacaciones.
Se trata de una casa de 250 metros cuadrados, con dos casas unidas, la primera tiene tres pisos y la segunda solamente dos, llena de terrazas, ventanas y miradores. Diseñada para crear espacios abiertos y decorada con mucha simplicidad para que destaque más la arquitectura que los propios muebles.
Y a pesar de que los muros encalados irregulares y redondos con unos techos bajos acostumbran a crear espacios fríos, en este caso la decoración y elección de ciertos muebles confieren al espacio un look más bien acogedor.
La casa está decorada básicamente en tonos blancos, mentas y tierras. La base de la vivienda es el color blanco, luego van añadiendo puntos de color para romper con la monotonía, como los baños, cada uno es de un color distinto.
Cómo vemos en la cocina, una nevera ultrabrillante Smeg color menta se complementa perfectamente en un hogar texturado y mediterráneo, donde se combina la tecnología con lo rústico y lo más simple, es el estilo de momento, el look neorústico.
A penas ves armarios y muebles, todo es blanco, destacando alguna pared mal pintada en tonos menta y turquesas, y algún mueble de anticuario de estilo barroco como los del baño en tonos oro, o el espejo rústico de madera colocado en el suelo de uno de los dormitorios.
Y aunque hay pocos muebles, la casa está llena de detalles, como la clásica lámpara Chandelier en el comedor, junto a una vieja mesa tocinera rodeada por un banco y sencillas sillas de madera, en el suelo una alfombra estilo persa en tonos pastel, como colofón una hermosa pared llena de espejos sin marco.
Como ves Marilyn ha escogido una mezcla de muebles clásicos y de anticuario junto a muebles recuperados y una iluminación que ayuda a crear este espacio tan confortable y único. El dormitorio podría lo incluiría en la lista de dormitorios neorústicos más bellos.
Me recuerda bastante a la hermosa barraca agrícola transformada en un hogar mediterráneo con mucho encanto que vimos hace poco, son muy parecidas y a la vez muy distintas, una es más fresca y la otra más masculina ¿cual de ellas te gusta más?
Imágenes | Yiorgos Kordakis Más información | Zege architects y Marilyn Katsaris. En Decoesfera | Fantástica masía en Mallorca renovada
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