Hay momentos en la vida en los que te gustaría abandonar tu vida de urbanita empedernido y comenzar una nueva etapa en un pequeño pueblo de montaña. Y algo así es lo que he sentido al ver la espectacular restauración que ha realizado el estudio Dom Arquitectura en esta vivienda situada en la Cerdanya.
La casa está situada en un lugar idílico, rodeado de prados y campos,y realmente, más que una casa, es un conjunto de construcciones antiguas como un pajar, una cuadra, un almacén o una pequeña vivienda que el propietario quería transformar para convertirlas en su propia vivienda y en varios pabellones para invitados.
Partiendo de esta premisa, el equipo de Dom Arquitectura plantea acertadamente mantener las construcciones de piedra existentes, rehabilitando sus fachadas y cubiertas, y procediendo a redistribuir los espacios interiores para adaptarlos a los nuevos usos que querían darles los propietarios.
En el interior, trata de combinarse tradición y confort, conservando paredes en piedra, mezclándolas con otras que están revestidas en madera usando elementos de hierro de soporte, y combinando también pavimeto de madera con azulejos hidráulicos como separación en el espacio que comparten la zona de estar con la cocina.
Espacios amplios que respetan elementos originales como las vigas de madera, pero sin renunciar al confort, con muebles modernos y algunos elementos decorativos colgados de las paredes para hacer referencia al pasado agrícola de esta casa en la que no nos importaría pasar unos días para desconectar del mundo, ¿verdad?
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