Viendo esta primera imagen, con ese llamativo papel en la cocina, las puertas abiertas, y esa exhuberante vegetación en el patio, uno podría despistarse sobre la ubicación de este encantador apartamento que os traemos hoy. Un apartamento que está en Gotemburgo, en Suecia, y que destaca por todos los contrastes que ofrece en su interior.
El apartamento tiene 94 metros cuadrados, y es muy luminoso gracias a todas las ventanas, balcones y terrazas con los que cuenta. Una luminosidad, que junto al blanco que impera en buena parte de la vivienda, hace que sin duda que la casa parezca mucho más grande de lo que es.
La cocina es una de las grandes protagonistas de esta casa, sobre todo, por su gran tamaño. Al ser tan grande, permite tener un amplio mueble blanco en un frontal, y otro mueble junto al frigorífico en acero inoxidable en otra pared. El frigorífico, junto a la campana extractora, el horno o los tiradores del mueble también en acero le dan cierto toque de modernidad al conjunto.
Para darle un ambiente más acogedor, se ha optado por empapelar la pared que hay junto a la mesa para comer o cenar con un papel con motivos florales y alegres colores, dando vida al espacio y cambiando por completo el aspecto que podría tener la cocina si toda ella estuviera en blanco.
El salón puede que sea la parte más normal de la casa, idéntico a tantos y tantos salones de estilo escandinavo. Con sus molduras, su suelo de madera, el blanco, la luz, las plantas, los detalles en las ventanas y los cojines que dan algo de vida al sofá, quizás lo más llamativo sea la lámpara del techo, y los jarrones de cristal con plantas que hay colgados en la pared.
El dormitorio principal también es muy amplio, y sobre el suelo en blanco, destaca por la consola antigua que hay sobre la cama, y por esa colcha con topos que le da un poco de vida a la uniformidad del espacio envuelto de blanco y del gris de la pared de la cabecera de la cama.
Además, en el dormitorio hay una encantadora terraza de esas que tanto nos gustan para disfrutar de los rayos del sol del amanecer, o para relajarse un ratito leyendo antes de irse a dormir.
Y para acabar, no podía dejar de enseñaros otro de los espacios que más me ha llamado la atención, la habitación infantil. Una habitación de lo más acogedora gracias a los detalles que rompen con la monotonía del blanco y que le dan esa chispa que los niños necesitan.
Detalles como el cuadro que hay sobre la cama con el elefante multicolor, la guirnalda de luces de la ventana, la alegre colcha de colores, la pequeña alfombra, o las estrellas negras de la pared. Una casa sencilla, pero repleta de rincones que la hacen especial, ¿verdad?
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