Docrys & DC, con la colaboración de Julia Bajo Villalba en la arquitectura interior y Mónica del Campo en el interiorismo, ha diseñado la reforma de esta vivienda unifamiliar ubicada en la sexta planta de un edificio de la calle Serrano de Madrid. El piso, abandonado durante largo tiempo, conservaba la esencia de la construcción original, obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto y también contaba con una distribución interior característica de las viviendas de alto nivel de los años 60, en las que se trazaba una marcada diferencia entre zona noble y zona de servicio.
Los nuevos propietarios, un matrimonio con cuatro hijos, tenían muy claras sus prioridades: contar con espacios amplios y comunicados entre sí, que conformasen una vivienda con personalidad propia y carácter español. Además, necesitaban disponer de cuatro dormitorios tipo suite con baño, un dormitorio de servicio, un despacho, un cuarto de lavandería y un gran salón comedor que, al sumar la superficie de la antigua terraza, podría acoger celebraciones familiares.
Una de las claves de la intervención reside en la incorporación de la cocina a la zona noble de la vivienda, configurándola como un centro neurálgico alrededor del que se articulan y conectan el resto de estancias. El resultado es un espacio único integrado por el hall, el salón comedor, la cocina y los pasillos.
Para el mobiliario optaron por el modelo LINE Blanco Seda Mate de Santos, un diseño contemporáneo, de perfil minimalista, formas simples y líneas rectas que, además de ofrecer altas prestaciones, se integra naturalmente en un interiorismo con importante presencia de elementos más tradicionales. Los muebles con frentes en color blanco aportan luminosidad, las notas de madera calidez, y los detalles en negro y acero dotan al espacio de una marcada personalidad.
El pavimento porcelánico delimita visualmente la cocina, desmarcándose de la madera de roble que recubre el suelo del resto de la vivienda. Como resultado se logra una cocina abierta, amplia y diáfana, que resulta cómoda y agradable tanto para trabajar como para disfrutar en compañía.
La cocina se organiza alrededor de una isla central que acoge las zonas de trabajo y cocción, además de múltiples soluciones de almacenaje. El resto del mobiliario se distribuye en L a lo largo de dos paredes, combinando módulos bajos, altos y columnas para ofrecer la máxima funcionalidad, capacidad y organización en el mínimo espacio. Esta distribución reduce los desplazamientos necesarios a la hora de preparar un plato, y permite a los usuarios disponer de amplias zonas para moverse con comodidad y libertad, incluso cuando comparten tareas.
En la casa los ambientes se unifican aplicando acabados y elementos decorativos comunes, entre los que destaca el pavimento de madera Grand Roble Fumé Cepillado de Millésime en gran formato que, al extenderse por toda la casa, aporta calidez y homogeneidad a los distintos espacios. Las áreas de la vivienda se delimitan recurriendo a dos elementos principales: una zona de bar con mobiliario de madera lacada en rojo fuerte, y el muro de la chimenea que, con su revestimiento de madera de roble oscura y un pan de oro marcando las verticales, confiere uniformidad a todo el perímetro.
El conjunto se convierte en un escenario teatral construido a base de puertas correderas, paredes de perfilería metálica de latón bruñido, espejos envejecidos y vidrios traslúcidos. Este juego de elementos permite visualizar toda la vivienda desde cualquier punto y también abrir o cerrar los espacios de manera rápida y sencilla.
El salón comedor cuenta con un gran ventanal desde el que se puede disfrutar de unas privilegiadas vistas de la ciudad, así como de unas espectaculares y coloristas puestas de sol, dada su orientación Oeste. Las distintas áreas de este ambiente se remarcan mediante elevaciones en el falso techo con líneas de iluminación LED.
Entre los elementos decorativos se incluyen sillas, sofás, butacones y papel pintado de Gastón y Daniela, alfombras de BSB y lámparas de Años Luz y Baccarat. Los muebles antiguos, al igual que el frente conformado por dos columnas de madera y un friso con incrustaciones de piedra, han sido recuperados de la construcción original y restaurados. Por su parte, las puertas de madera de la vivienda han sido diseñadas especialmente por la arquitecta Julia Bajo Villalba, mientras el aparador y las mesas de centro y comedor son obra de la interiorista Mónica del Campo.
El frente de la chimenea abierta de Planika, revestido en madera de roble teñida de negro con chapados en pan de oro, sirve de soporte para la televisión. Las notas decorativas se completan con pinturas de Gerardo Chávez y Fernando De Szyszlo, y con esculturas de Margarita Checa y Salvador Dalí.
Los dormitorios de la vivienda se distribuyen alrededor del espacio común conformado por hall, salón comedor, cocina y pasillos. La suite principal dispone de una entrada-vestidor desde la que se accede a un baño revestido en mármol travertino. La arquitecta Julia Bajo Villalba ha diseñado a medida tanto los armarios como la puerta corredera con perfilería de latón patinado y espejos.
El interiorismo de estas estancias combina el papel pintado con un juego de telas aplicado en el cabecero y las cortinas, buscando transmitir sensación de lujo y distinción. Todos los dormitorios comparten diseño de cabecero, un elemento muy llamativo que divide la pared en tres franjas horizontales: una superior y otra inferior, realizadas en madera lacada, y una tercera central, entelada en distintos tonos del mismo tejido para personalizar cada habitación.
Cumpliendo con el deseo de los propietarios, todos los baños se han revestido con mármol, aunque aplicando distintos acabados en cada uno para dotarlos de personalidad propia. Además, se ha logrado que todos dispongan de ventilación e iluminación natural.
Entre ellos destaca el baño común para los dos dormitorios de las hijas, que cuenta con doble acceso desde cada una de las habitaciones, y en el que el revestimiento en mármol travertino color crema se combina con un papel pintado con motivos orientales en tonos oscuros.
Destacan en la cocina la grifería y el fregadero de Blanco, los electrodomésticos de Miele, Neff, Liebherr y Pando o los ecnchufes D'Aqua. Entre los elementos más llamativos están el pavimento porcelánico modelo Deco City Colors es de Equipe Cerámicas, las banquetas modelo Hal Barstool son de Vitra y las lámparas de Años Luz.
Hay contrastes entre lo moderno y lo clásico en algunas estancias y tal vez algunos de los ambientes sean demasiado tradicionales para mi gusto, pero realmente la cocina no puede ser más adorable, ¿no os parece?
Más información | Santos y Docrys Cocinas
Fotos | David Frutos
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