Hoy nos adentramos en una vivienda unifamiliar de dos plantas, proyectada por el estudio de arquitectura CREUSeCARRASCO, se enclava en un terreno elevado, rodeada de jardines, frutales y un monte de eucaliptos. Su particular estructura destaca en un entorno marcado por el progresivo crecimiento urbano, donde abundan los bloques de viviendas de cuatro y cinco plantas.
La edificación consiste en dos volúmenes independientes y superpuestos, con un salto de cota entre ambos. Una ventana rasgada los separa y, entre ellos, una escalera juega con su materialidad y la entrada de luz. El bloque inferior, orientado a una carretera, incluye las puertas de acceso, el garaje y las zonas de almacenaje e instalaciones, mientras que el superior, orientado a la finca, acoge las principales estancias de la casa.
Los bloques también se definen mediante la aplicación de distintos acabados y sistemas constructivos. Así, la fachada del nivel inferior, pétrea y con escasos huecos, se pinta como el muro de contención al que sustituye. Por su parte, la del nivel superior, realizada en hormigón abujardado y granito, se acristala para favorecer la relación con el terreno.
El planteamiento abierto minimiza la presencia de obstáculos visuales, facilitando la circulación y la interacción entre usuarios. Este aspecto, combinado con un interiorismo en el que predomina el color blanco, ayuda a potenciar la luz natural que accede a través de los grandes ventanales y tabiques acristalados, conformando ambientes serenos y muy agradables. Las notas de madera equilibran el conjunto, aportando la calidez que se espera de un verdadero hogar.
La planta principal se distribuye alrededor de una pieza central, conformada por tres aseos y varios armarios para almacenaje general, rodeada por corredores que comunican los distintos espacios. En paralelo a este bloque se ubican el comedor y el salón, dos de las estancias estrella de la casa y uno de los principales núcleos de convivencia familiar.
Ambas transcurren en continuidad a lo largo de la fachada acristalada que se orienta a la finca, por lo que se benefician de las maravillosas vistas al jardín y de toda su luminosidad. Su mobiliario, sobrio y elegante, aporta belleza y comodidad sin sobrecargar el ambiente: una mesa con taburetes de Ethnicraft para el comedor, y dos sofás de Roche Bobois para el salón.
En esta zona, una escalera proporciona acceso a un nivel superior, que acoge un estudio y un dormitorio de invitados. El hormigón abujardado de la estructura exterior se traslada al interior, creando petos y volúmenes escalonados que sirven de apoyo a peldaños y pavimentos de roble. El comedor y el salón se benefician de las maravillosas vistas al jardín y de toda su luminosidad.
A lo largo de la fachada opuesta a la del comedor y el salón, orientada hacia la carretera, se distribuyen dos estudios y tres dormitorios infantiles. En estas habitaciones destaca la aplicación de tabiques móviles, una solución que aporta a los usuarios gran flexibilidad a la hora de modificar su número y superficie, permitiéndole adaptarlas a nuevas necesidades.
La cocina es, sin duda, uno de los corazones de esta casa. Siguiendo los criterios establecidos para el resto de la planta, la estancia se concibe de manera completamente abierta, comunicándose directamente con el comedor y el salón, pero también con el exterior de la vivienda. A ella se accede a través de un porche acristalado por lo que, al abrir sus puertas correderas, se disfruta de la sensación de estar comiendo fuera.
En este caso, la planificación de Santiago Interiores permite a los usuarios contar con todo lo necesario para almacenar, trabajar y reunirse en menos de 20 metros cuadrados. El mobiliario combina los diseños LINE-E y ARIANE de Santos en acabado Blanco Seff, con encimeras Krion Snow White. La pureza de líneas de los muebles, sumada a la uniformidad cromática del conjunto, favorece su integración natural en el interiorismo de la vivienda. 
Las zonas de preparación y cocción se sitúan en una península que, además de una amplia superficie de trabajo, ofrece múltiples soluciones de almacenaje, uno de los principales requisitos de los propietarios: dos muebles portaplaca con tres cajones en la cara interior, y tres módulos de servicio en la exterior. A la península se adosa una mesa Bob de Ondarreta para cinco comensales, que funciona como office en el que toda la familia puede reunirse a comer, sin necesidad de desplazarse al comedor.
En paralelo a la península, y cubriendo uno de los tabiques de la estancia, se disponen las zonas de fregado y electrodomésticos. A continuación discurren tres armarios columna que, en un espacio compacto y organizado, integran horno, microondas, frigorífico, congelador y varios módulos adicionales de almacenaje. El lineal se completa con un mueble persiana, ubicado sobre un módulo bajo de servicio, que incorpora tomas de corriente e iluminación propia, permitiendo guardar y utilizar pequeños electrodomésticos sin necesidad de cambiarlos de lugar.
Santiago Interiores también proyectó una zona de lavandería anexa a la cocina, separada de esta por una puerta corredera, y a través de la que se accede a un tendal. El equipamiento de esta estancia, distribuido en paralelo, incluye una lavadora con un módulo de servicio superpuesto, un mueble con saco para guardar la ropa sucia hasta el momento de la colada, dos columnas y dos armarios portaútiles de limpieza. Estos últimos resultan muy flexibles, pues se adaptan a las necesidades de los usuarios a través de distintos complementos como estantes, ganchos para sujeción de escobas o paños, accesorios para tubos de aspiradora, etc.
¿Qué os parece la vivienda? ¿Cuál es la estancia que os gusta más?
Más información | Santos, Santos Santiago, Hansgrohe, Porcelanosa, Exenia, Artemide, Ondarreta, Xal, Vibia, Roche Bobois, Ethnicraft, Deltalight, Pando, Bosch, Franke, Blanco, Liebherr, Krion, Juan Creus y Covadonga Carrasco
Fotos | Héctor Santos-Díez
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