Una antigua casa en San Sebastián dividida en dos ha sido el lienzo perfecto para que Marta Badiola, dueña de una de las divisiones y arquitecta, plasmara todo su buen hacer y consiguiera un moderno apartamento con 52 metros cuadrados muy bien aprovechados.
Íbamos a decir que mejor se abstuvieran aquellos que no soporten las viviendas en las que el blanco es el protagonista absoluto, pero nos ha gustado tanto el resultado que solo podemos invitaros a todos a que nos acompañéis y lo disfrutéis sin prejuicios.
La distribución de este apartamento es una de las cosas que más nos ha llamado la atención. Dispone de solo 52 metros cuadrados de espacio, pero al disponer de un techo alto abuhardillado, se ha podido habilitar un altillo, en el cual encontramos el cuarto de baño y un espacio de trabajo bastante amplio y acogedor.
En la planta baja --la principal-- se encuentra el salón comedor, el dormitorio y la cocina. Esta última destaca por la pureza de sus líneas y la neutralidad de sus colores, siendo tanto mobiliario como encimera de un blanco impoluto y el suelo gris. A priori pueden parecer los elementos perfectos para crear una cocina de lo más fría estéticamente, pero el techo de madera logra crear un ambiente muy acogedor.
Al salir de la cocina nos encontramos de lleno con el salón comedor, presidido por un gran sofá en color crema con chaise longe. Esta es nuestra estancia preferida de este apartamento donostiarra, sobretodo por el detalle de los tragaluces colocados en el techo abuhardillado, gracias a los cuales el salón disfruta de una gran cantidad de luz natural.
Otro detalle a destacar del salón y el buen uso de las alturas es la comunicación visual con la zona de trabajo del altillo, entre las cuales además existe una bonita y práctica librería accesible mediante unas escaleras movibles. Este juego de alturas nos parece fantástico --podéis verlo claramente en la fotografía que encabeza este artículo--, y además se crea un espacio de almacenaje para libros extra sin tener que perder metros de habitabilidad.
Precisamente esta zona de trabajo de la planta superior es la siguiente parada de nuestro recorrido. Pese al poco espacio disponible y el handicap de la altura, se ha conseguido habilitar una habitación prácticamente funcional incluso como dormitorio. De hecho dispone de un sofá cama, perfecto para visitas remolonas.
Como en tantas ocasiones hemos comentado en Decoesfera, el hueco de la escalera es siempre un lugar perfecto para aprovecharlo como zona de almacenaje en viviendas con escasos metros cuadrados. En este caso se ha llevado a cabo la idea a la perfección. Todas las puertas de armarios que podemos ver por todo el apartamento son blancas y carecen de tiradores, por lo que la sensación de amplitud es máxima. Todo un acierto, sin duda.
En cuanto al dormitorio y el baño, nada especial que destacar. Se mantiene el estilo sobrio y moderno que se puede ver por toda la vivienda, pero siempre con el increíble toque acogedor que dan los techos abuhardillados de madera con grandes vigas.
Vía | Home DSGN En Decoesfera | Un moderno apartamento sueco
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