Tirar con todo y empezar de cero es relativamente fácil, más complicado es renovar y modernizar pero conservando la esencia y el toque clásico de una antigua vivienda. Hoy nos encontramos con una reforma que cumple con esas premisas. Las prioridades del proyecto eran la total renovación y actualización de la vivienda pero conservando el toque clásico y todos los cuadros y objetos decorativos.
Los dueños de la casa querían un hogar actual, funcional y cómodo ya que hasta el momento su vivienda carecía de amplitud, de luminosidad y de estilo. La casa tenía un pasillo con muchas puertas y paredes innecesarias y eso fue lo primero que hubo que eliminar. La unificación del pasillo y la creación de un único acceso al salón-comedor mediante un gran paso abierto con puertas correderas ayudaron a ganar metros y amplitud visual.
En el salón, utilizando la disposición en U de los sofás de estilo retro y los orejeros british, todos de Villdis tapizados con telas de Romo, se aprovecha al máximo el espacio. En el centro está la mesa en Travertino natural de Creaciones Moll y las mesas auxiliares de hierro obra de Oscar Vautherin.
En el comedor nos encontramos con la mesa y el aparador en nogal, de Palisandro y sobre la mesa, la lámpara de techo de Wever&Ducré, adquirida en Lámparas Oliva que dota de un aire sencillo y al mismo tiempo moderno a esta estancia.
La búsqueda de almacenamiento marca la nueva disposición del dormitorio principal. El cojín de Tailak, en combinación con las alfombras, actúa de contrapunto. Las mesillas son de teca, de estilo colonial y, tanto en la habitación como en el resto de la casa, en la iluminación se mantiene el clasicismo renovado, mediante la combinación de lámparas de sobremesa elegantes, y una iluminación en techo cuidada y más moderna.
En general, la eliminación del gotelé y la elevación al máximo posible de todos los techos de la vivienda, ayudan a la modernización y dan amplitud. Para el suelo, unificado en toda la vivienda, se ha optado por un gres porcelánico efecto madera de un acabado precioso, para mantener la calidez ambiental de la madera, pero evitando los molestos ruidos de la auténtica y antigua.
Además; las molduras, que dotan de elegancia y clasicismo al salón y comedor y la pared divisoria con el pasillo, que alberga la puerta corredera y la candileja en gris; son los únicos tratamientos diferenciados que se realizan en las paredes, que en el resto de la casa se dejan en blanco, en un potente contraste con los muebles de maderas nobles y oscuras.
Finalmente, destaca la puerta corredera de más de dos metros que proporciona máxima amplitud al salón comedor y una viga a lo largo del pasillo, se utiliza para crear una candileja con iluminación indirecta. ¿No os parece una auténtica pasada esa corredera?
Fotos | Luz Estudio
Más información | Itta Estudio
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