Este sería sin duda, un buen propósito de año nuevo. Porque disfrutar de una casa que sea recogida y ordenada no es solo una cuestión estética. Numerosos estudios demuestran que un hogar recogido y bonito tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y puede conseguir que tengamos mejor humor, mejorar nuestro descanso, e incluso podría aumentar nuestra calidad de vida.
Por eso, te proponemos siete rutinas para hacer que tu casa se vea siempre recogida. Son rutinas sencillas y evitará que al volver a casa después de una larga jornada de trabajo te encuentres con los platos sucios del desayuno en la mesa.
RUTINAS DIARIAS PARA DISFRUTAR DE UNA CASA RECOGIDA
POR LA MAÑANA
Ventila el dormitorio con la cama bien abierta mientras te duchas o mientras haces el café.
Haz la cama diariamente (un gran hábito) que no te lleva más de tres minutos y cuyos beneficios van mas allá del placer de meterse en un cama bien hecha. Porque según los expertos hacer la cama es un modo de completar con éxito la primera tarea del día, lo que tiene un impacto positivo en nuestra autoestima y te prepara para el resto del día.
Recoge los restos del desayuno. Sino tienes tiempo para dejarlo limpio y en su sitio, al menos ponlo todo en el lavavajillas o, como mínimo en el fregadero para no encontrártelo al llegar a casa.
DURANTE TODO EL DÍA
- Mantén recogidas todas las superficies de encimera de la casa.
Hay tres superficies que si las mantienes despejadas harán que tu casa parezca ordenada. La encimera de la cocina; la del lavabo del baño y la mesa de centro del salón.
Para conseguirlo basta con ser cuidadoso y cada cosa que uses vuelvas a ponerla en su sitio.
En casa utiliza esta norma, no salgas de una habitación con las manos vacías, siempre hay algo de otra estancia para dejar en su sitio y no te supone ningún esfuerzo.
- No dejes al llegar a casa las cosas apoyadas a la vista sobre la silla o la mesa de comedor.
Es muy habitual que el comedor nos sirva de zona de descarga de todo. Si lo haces sistemáticamente analiza si es por dejadez o porque no tienes un sitio específico para cada cosa.
Si es por dejadez es hora de cambiar de costumbre, y si es por falta de sitio, ponle remedio y prepara un hueco en un armario o coloca un perchero en la entrada para dejar las chaquetas. También, busca una balda para las cosas del día a día. Puede ser un hueco del zapatero, de la cómoda de la entrada, una balda en un armario...
Por la noches, sigue la norma del desayuno. Mientras preparas la cena recoge la encimera y al acabar, no te vayas a la cama sin recoger los platos de la cena, como mínimo déjalos recogidos en el lavavajillas.
Antes de acostarte prepara la ropa que vas a llevar al día siguiente. No hay excusas ahora que podemos saber el tiempo que hará al día siguiente. Con esta rutina te ahorras el estrés matutino de pensar qué ponerte y, sobre todo, te ahorrarás sacar ropa de más del armario que luego tienes que volver a doblar o peor aún, se quedará esparcida por las prisas y te dará la bienvenida a la vuelta.
Imágenes 1 y 2 Ikea, imagen 3 Zara Home