Un piso de veraneo en el norte cálido y fresco, gracias al buen hacer de Natalia Zubizarreta

Con tan solo 65 m2, este piso ubicado en Pedernales transmite al mismo tiempo la calidez de los espacios mas acogedores y la frescura de las casas de veraneo.

Pedernales es un pequeño pueblo de la costa vizcaína en plena reserva natural de Urdabai, que en los meses estivales aumenta su población para recibir a los "veraneantes" de la ciudad que huyen de Bilbao para disfrutar de la playa.

Su cercanía a Bilbao hace que las casas, aunque sean de veraneo, se mantengan abiertas muchos fines de semana de primavera y otoño. Por eso la interiorista Natalia Zubizarreta encargada del proyecto diseño una casa con muchos guiños al verano, pero en la que sentirte bien todo el año.

EL PISO ANTES DE LA REFORMA

El piso está situado en una planta baja y cuenta con un pequeño jardín y vistas al mar.

Se decidió mantener la distribución original del piso cuyos 65 m2 se reparten en una cocina, salón - comedor, dos baños, dos dormitorios y un pequeño hall recibidor.

El punto más negativo de la casa era su escasa luz, potenciada por un parqué de madera oscura, las puertas de sapelly también oscuras,sus materiales cerámicos pesados y un mobiliario muy anticuado.

LA TRANSFORMACIÓN EN UNA CASA DE VERANEO

Para transformar este pequeño piso en algo alegre y fresco el estudio de Natalia Zubizarreta apostó por dos elementos claves.

Por un lado, decidieron aclarar el pavimento de madera en color blanco para que éste aportará luz a la vivienda y para darle un aire más fresco y mediterráneo a la casa. A pesar de los inconvenientes de pavimento blanco, -es un suelo sucio y poco sufrido-, los propietarios estuvieron de acuerdo con un cambio que sabían, que añadiría mucho valor estético además de la ansiada luz.

El otro cambio significativo de la vivienda fue pintar las puertas en un azul. Una combinación infalible (el azul y el blanco) para conseguir unos inconfundibles aires marineros.

LA CASA DESPUÉS DE LA TRANSFORMACIÓN

El salón comedor es ahora un espacio claro y luminoso de planta estrecha en el que destaca un gran sofá en lino blanco a medida. El blanco del suelo y del sofá se acompaña con mobiliario y accesorios de madera lavada y fibras naturales como la cuerda en la lámpara de comedor, el mimbre de las sillas y la rafia de alfombras y los pufs de apoyo.

El color lo aportan las lámparas y los cojines elegidos en mostaza y azules, algunos con estampado de lengua mallorquina, que tanto recuerdan al verano.

Sobre el sofá, una carta marina del anticuario "El taller de Chlóe" da el toque marinero que acompaña a toda la casa.

Por último el comedor, se ha dispuesto en una mesa alargada que se apoya en la pared a modo de consola (por no usarse a diario), una buena solución para salones estrechos que facilita la circulación y los usos de los muebles.

En la cocina los propietarios querían disponer de una zona de comedor de "diario" con la que antes no contaban. Para conseguirlo se sacaron al patio trasero la lavadora, la secadora y una zona de almacenaje de utensilios de limpieza, que ahora ocupan un armario a su medida.

A cambio, los propietarios pueden disfrutar de un comedor en el que destaca el papel efecto textil que viste su frente y una lámpara de mimbre que da un toque desenfadado y fresco.

Los muebles de la cocina son de Desuka y se eligieron en un color beige que aportan luz pero que mantienen el estilo cálido y atemporal de la casa.

Este estilo cálido se ve reforzado con la encimera laminada efecto madera de roble y con una baldosa que imita a la madera, del mismo efecto roble que la encimera.

Para el dormitorio principal también se optó por las fibras naturales y los materiales naturales como linos y algodones lavados que aportan frescura y calma. El toque de color lo da un amarillo muy luminoso que nos recuerda al sol y a la alegría del verano.

En el dormitorio de los niños una cama nido con una litera en la superior aprovecha al máximo este espacio, en el que también hay sitio para jugar.

Como almacenaje se ha colocado una original vitrina metálica de tipo “médico” aporta ligereza.

Los baños siguen la misma línea cálida y serena de la casa. En el baño principal, destaca el azulejo efecto madera en las paredes, los apliques con un pequeño toque de azul y un gran espejo.

El baño de los niños supuso un gran reto por su reducido tamaño. Se consiguió sacar una ducha más grande de la que había inicialmente aprovechando mejor los centímetros y gracias a una mampara abatible que hace su uso más cómodo.

La frescura viene en este baño de la mano de los azulejos en acabado brillo en azul y blanco y en azulejos con dibujo tipo hidráulico sólo en la zona del espejo para no recargar.

El mueble del lavabo a medida lacado en blanco es de Avilados lacado. Los accesorios como los tiradores del mueble o los cuadros le dan un toque infantil a este cuarto de baño pero sólo cambiando esos detalles, en un futuro, éste puede pasar a ser un baño de jóvenes y adultos con facilidad.

Por último, el hall te recibe y te muestra ya desde el inicio gran parte de la personalidad de la casa gracias a las puertas azules y a un mueble negro de anticuario con mucha personalidad.

Información Natalia Zubizarreta Fotografía de Felipe Scheffel Bell