Fascinado por el «festival de luces» que ofrece la naturaleza, el arquitecto francocoreano Woojin Lim, de AEV Architectures, soñaba con construir una casa en su país natal, en simbiosis con el entorno y que pudiera interactuar con la naturaleza. El resultado final es un majestuoso tejado de un blanco inmaculado que constituye un cuadro viviente y refleja los infinitos matices que cambian con las horas del día, las estaciones, el color del cielo y la luminosidad ambiental.
Hacer realidad este proyecto y garantizar su perdurabilidad no era tarea fácil. Los arquitectos suelen preferir utilizar materiales clásicos, como ladrillo o piedra, por ser más fáciles de mantener en los acabados exteriores. Cuando se necesita un exterior blanco, se suele recomendar pintura o paneles blancos para facilitar su renovación en caso de resultar dañado por la exposición a las condiciones climáticas. Woojin Lim decidió aceptar este desafío, poco convencional en el inmovilismo de la arquitectura moderna. El arquitecto quedó fascinado por la ubicación frente al Monte Seorak, lo que le inspiró la creación de esta casa tan original que recuerda a los chalés de los Alpes.
Gracias a HI-MACS®, que ha permitido la creación de una arquitectura totalmente blanca, este proyecto es toda una nueva iniciativa en Corea. La casa parece un gablete asentado sobre un sencillo hexaedro. Con su ángulo de 60°, el tejado recuerda a los chalés tradicionales de los Alpes nevados. Este ángulo, elegido después de una rigurosa búsqueda y experimentación, es el grado óptimo requerido para evitar que sea deformado por la nieve, la lluvia o el polvo.
La imagen geométrica del conjunto crea una experiencia visual interesante: la casa parece un «monolito único» más que un montaje de distintas formas, a pesar de la configuración asimétrica de la estructura. Como el recubrimiento del edificio está separado de su estructura, las corrientes de agua de lluvia del tejado se dirigen hacia el interior del envoltorio vertical y no hacia el exterior. Este sistema de construcción, tan ingenioso como inusual, realiza la función del canalón del tejado en superficies exteriores, a la vez que conserva su blancura pura y radiante.
Para crear un edificio que permaneciera inalterablemente blanco, sin que se deteriorara a lo largo del tiempo, el arquitecto ha elegido HI-MACS® en la tonalidad Alpine White. Conocido por sus múltiples aplicaciones, en particular como recubrimiento de interior, sus cualidades intrínsecas junto con su capacidad de superar las pruebas del tiempo y del clima, hacen que sea el material perfecto para aplicaciones exteriores como las fachadas.
Otro criterio fundamental para elegir HI-MACS® ha sido la «reactividad luminosa» del material. Gracias a su óptima absorción de radiación y a la reflexión de la luz, refleja sin deslumbrar como lo haría una típica pared encalada. Además, las propiedades del material reaccionan a los cambios del entorno y reflejan el ambiente cambiante a lo largo del día en distintos matices de blanco como se puede ver en las espectaculares imágenes.
Más información | HI-MACS® by LG Hausys, Sokcho Housing
Fotos | AEV Architectures Hyunjune Lee
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