Con motivo de la 2ª II edición del Madrid Design Festival y la participación de Ikea en las jornadas de La Casa Encendida,** Evamaria Rönnegard, directora de diseño de Ikea y Olov Hedlin**, el responsable de valores y cultura en Ikea aprovecharon su asistencia para visitar dos hogares del centro de Madrid.
Estas visitas a hogares reales por parte de los responsables de Ikea son una práctica habitual de Ikea que se lleva a cabo en todos los países del mundo. De esta manera comprueban como vivimos, estudian de cerca nuestras necesidades y esto les permite seguir diseñando productos que solucionen nuestras principales carencias. También así son capaces descubrir soluciones propias de algunas culturas que pueden exportar al resto del mundo.
Puedes saber más de estas visitas y sus conclusiones aquí lifeathome.Ikea.com
En este caso, y por la cercanía a La Casa Encendida la visita tuvo lugar a dos pisos del centro de Madrid.
Acompañando a Evamaria y a Olov, estaba también Lorenzo Meazza, responsable de interiorismo en Ikea España
Los hogares seleccionados correspondían por un lado a un estudio que no llegaba a los 40 m2, en el que reside una chica joven (30 años), y una familia formada por una pareja y dos niños pequeños que viven en un piso de dos habitaciones.
Ambas visitas tuvieron lugar en un ambiente muy relajado. Evamaria, Olov y Lorenzo charlaron amigablamente con los dueños, interesándose por los detalles acerca de sus hábitos y costumbres y especialmente por las características de sus casas. Preguntas como ¿qué echas en falta?,o ¿que harías si te dieran dinero para invertir más en casa? Se repitieron en ambos hogares y, pesar de los distintos perfiles de los habitantes y sus viviendas, en las respuestas había muchos puntos en común.
Según lo que Evamaria, la directora de Diseño de Ikea, ya había adelantado durante las charlas de la mañana. "No hay tantas diferencias en la forma de vivir entre los distintos países del mundo. Quizá la mayor diferencia esté entre los que viven en grandes ciudades y los que lo hacen en pequeños pueblos".
VISITA A LA PRIMERA CASA. UN ESTUDIO DE 38 M2 EN CHAMBERÍ
Para la primera visita quedamos directamente en el portal de un piso muy céntrico, cercano al mercado de San Antón, que en realidad resultó ser el estudio de una chica tan encantadora como el piso.
El estudio consistía en un espacio abierto en el que la única habitación independiente correspondía al baño.
A pesar de los escasos metros, la buena distribución (con la cama en la parte más alejada de la puerta y de la ventana) y la decoración con muebles bajos, hacía que el estudio resultara acogedor y confortable y que no se echará nada en falta. Al fin y al cabo, el espacio incluía una cocina, una mesa de comedor para cuatro/ seis personas, un chaise lounge y una cama doble en perfecta armonía. Para separar la cama de la zona del sofá, la mítica Kallax hacía de separador/ librería.
El piso, como no podría ser de otra manera tenía varios muebles reconocibles de Ikea (un módulo de armario Pax, la mesa de centro lack, la mesa de comedor...), la mayoría de los cuales según confiesa los había dejado la antigua inquilina.
Este estudio es más pequeño que su anterior vivienda y durante la mudanza decidió deshacerse de muchas cosas y vivir con lo imprescindible. Aunque no tiene trastero, sí que confiesa que en la casa de sus padres (en otra ciudad) cuenta con muchas cosas de las que no necesita a diario.
¿Sus necesidades? Más espacio en la cocina para hacer Batch cooking (cocinar un día para toda la semana) y para poder reciclar. También se queja de espacio para poder vivir con su novio (caben los dos, sí: pero no los dos y sus cosas... además él tiene cuatro guitarras).
¿Ventajas del piso? Luz y silencio pese a estar en el centro. Poco gasto en calefacción.
Y, ¿qué haría o en que invertiría si tuviera un dinero extra para invertir en la casa? Pues apuesta por más plantas, por cambiar el anodino mueble de la "televisión" que por cierto -no tiene y lo sustituye por la pantalla de un ordenador- por un mueble de madera de estilo vintage (años 60, de patas hacia fuera). También le encantaría tener un mejor sistema de audio y colocar de manera permanente un proyector para ver las películas proyectadas en la pared.
Lo que más le gusta de su casa, o aquello que se llevaría son unas láminas de autor que decoran una de las paredes, sus juegos de mesa y su pequeña colección de discos de vinilo que descansan sobre un taburete de madera Bekvaem a los pies de la cama.
Finalizamos la visita y creo que todos nos hemos quedado con una buena sensación. Ella es encantadora y Evamaria le dice que si ella tuviera 30 años también le encantaría vivir ahí (lo cierto es que a mi también).
VISITA A LA SEGUNDA CASA.UN PISO FAMILIAR EN EL CENTRO
Para la siguiente visita nos acercamos a una calle cercana a la estación de Atocha. Está situada en un edificio de viviendas y allí en una séptima planta nos reciben con alegría y mucha hospitalidad dos niños preciosos. Junto a su padre, (la madre estaba trabajando) nos hacen un recorrido exhaustivo por su casa. Una vivienda de esas en las que sin fijarte mucho te hacen sentirte bien rápidamente. Nos invitan a ver, tocar y disfrutar de todo el piso.
El propietario nos cuenta que su mujer y él la compraron hace apenas dos años. Se trata de un piso antiguo de techos altos que estaba en muy mal estado porque llevaba 20 años deshabitada así que han hecho una reforma cambiando la distribución.
De la reforma solo han salvado las puertas interiores, de esas tan antiguas que dan personalidad y carácter a la casa y una mecedora antigua que estaba en la casa cuando la compraron y que prometieron usar si se la dejaban, como así ha sido.
Al entrar en el piso llegas a un recibidor pequeño que da a un largo pasillo (con una ventana a un patio interior donde se puede colgar ropa). El largo pasillo está aprovechado al máximo con dos zapateros Hemnes y algunas estanterias Svalna. Por el pasillo se accede en primer lugar a las habitaciones; la de los niños primero, la de los padres después. También un pequeño cuarto para la lavadora y secadora y en donde también guardan útiles de limpieza y en otra puerta al otro lado de la cocina, el baño. Solo uno pero grande y completo.
El pasillo finaliza en un amplio y luminoso espacio en el que conviven la cocina, comedor, salón con dos sofás y una zona de trabajo para toda la familia.
La clave de esta casa es la cantidad de espacio necesario para trabajar allí:un escritorio para el padre (teletrabaja) dos para los niños y la consola multifunción para la madra (que la usa ocasionalmente).
Esta familia se ha optado por dar más metros a las zonas comunes y menos a las habitaciones que prácticamente solo usan para dormir y guardar la ropa. Además combinan muchos muebles de Ikea (la cocina completa), las baldas Svalna) o los armarios) pero añaden piezas especiales, como una alacena antigua o un bául de su abuela.
El conjunto y el efecto entre lo nuevo y lo viejo, entre el significado y la utilidad de las cosas generaba muy buenas vibraciones en esa casa. Evamaria y Olov (sentado en la mecedora) lo confesaron también. Dijeron sentirse muy bien en esa casa, se siente el hogar.
¿Qué echan en falta? Metros. Cuando los niños crezcan, la casa se quedará pequeña. Pero siendo más prácticos: zapateros en los que quepan más zapatos, lugares dónde guardar libros y sioluciones para un dormitorio principal pequeño (no tiene hueco en un lado para una mesilla de noche). También sueñan con un cine en casa: un buen proyector.
En las dos casas, por tanto nos han dicho lo mismo. En una ciudad como Madrid los metros son un problema, el espacio para almacenar también...nada nuevo en el horizonte. Pero sí algunas pistas. Veo tomar nota mental a Evamaria y Olov. Si en verano va a salir el primer sistema de altavoces fruto de su colaboración con Sonos, ¿quien sabe si lo próximo son las pantallas para los proyectores o incluso unos proyectores con una buena relación calidad/ precio? Tiempo al tiempo.