Lejos del minimalismo y de los lugares asépticos que parece que reinaban en los últimos años, las casas con alma y llenas de detalles están volviendo a ponerse de moda (si es que alguna vez dejaron de estarlo). Hoy nos vamos hasta Barrica, una localidad de la costa vizcaína donde una vivienda unifamiliar ha sido reformada para darle un aire de lo más british.
Al atravesar la puerta de esta vivienda, sientes que te teletransportas hasta la campiña inglesa. La casa fue comprada por una pareja con dos niñas, que decidieron comenzar a restaurarla casi con sus propias manos. El alma mater del proyecto, la propietaria, Patricia Aróstegui, tenía muy claro que quería una casa estilo cottage, con muchas antigüedades, alma y personalidad.
La empresa Oreka Arkitektura, dirigida por el arquitecto Ekaitz Uribe Rus, un referente en la bioconstrucción en Euskadi, fue la encargada de todo lo referente a la edificación respetando el medio ambiente y con la sostenibilidad como premisa fundamental. La estructura interior de madera la realizó la empresa Egurpe, mientras que Lázaro Estudio firmó el interiorismo.
La cocina, el corazón de la casa
En los últimos años, las cocinas se han convertido en el corazón de la casa. Y esta vivienda no iba a ser una excepción. La diferencia, es que el azul celeste protagoniza esta cocina que se inspira en las cocinas de campo de la campiña inglesa.
Los propietarios de la casa vivieron una buena temporada en Londres, donde se dedicaban al mundo de la moda. Y por eso, quisieron darle a su cocina ese aire rural británico que tanto nos gusta. La cocina está hecha totalmente a medida por la carpintería Manuel Sierra, ya que no había ningún fabricante en España que hiciera una cocina de este estilo. Las lámparas son de la firma inglesa Emanel.
La planta baja de la vivienda es diáfano. El salón y el comedor están unidos, junto a la cocina y una galería que hace las veces de zona de juegos y que da al jardín. Como en esta casa no hay televisor ni pantallas, la familia pasa mucho tiempo en esta zona de juego.
Las zonas comunes están amuebladas con muebles recuperados o vintage. Por ejemplo, el sofá es una antigua cuna de estilo nórdico, con un dosel. Las sillas y mecedoras son también antiguas, al igual que la mesa de comedor de estilo nórdico.
En la planta superior de la casa destaca la estructura de madera vista, con la crujía artesanal hecha por una empresa especializada en este tipo de estructuras. El dormitorio principal tiene un aire de lo más bohemio, con el colchón colocado directamente sobre el suelo y una pequeña zona de estudio o despacho. Todas las puertas están pintadas en azul como homenaje al cercano mar.
Las plantas también tiene mucha presencia en esta casa. La idea era meter el jardín en el interior de la casa mediante las grandes cristaleras, pero también con numerosas plantas de interior para dar ese toque natural y conectar con en entorno natural que envuelve la casa.
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