Si estáis pensando pasar vuestras próximas vacaciones por el sur de Francia, y vuestro nivel adquisitivo os lo permite, no podéis dejar de tener en cuenta este precioso hotel rural con encanto, situado a escasos 30 kilómetros de Avignon.
Rodeado de viñedos --de los cuales podrás degustar su, seguramente, exquisito vino--, se trata de un edificio de finales del siglo XVIII aunque, eso si, totalmente restaurado por sus actuales dueños. Y a la vista está que han sabido conservar todo el sabor de la finca original, pero dotándolo de las comodidades actuales.
Como no podía ser de otra manera, tratándose de un hotel rural, la parte más bonita e impresionante son los exteriores. La vegetación y la edificación de piedra unido a la excelente elección del mobiliario, hacen que den ganas de pasar todo el dia paseando, leyendo un libro junto a la piscina o tomando el desayuno en el espectacular patio.
El enclave, como ya hemos comentado, es totalmente inmejorable, ya que forma parte de un campo de vides, aunque los árboles que encontramos junto a la casa son unos majestuosos olivos. Quizás barremos para casa pero, ¿hay algo más bonito que un olivo centenario para presidir la puerta de una casa en el campo?
El hotel dispone de tan solo cinco habitaciones, cada una totalmente diferente. Personalmente, la que más nos ha gustado es la suite Montmirail --puestos a pedir--, pues los dormitorios abuhardillados con las vigas del techo vistas son nuestra total perdición.
A pesar de tratarse de un edificio tan antiguo, como ya hemos comentado, dispone de todas las comodidades, como wifi o tv. En nuestra opinión deberían haber prescindido de esta última, ya que rompe completamente la decoración de las habitaciones, y estamos seguros de que prácticamente nadie hace uso de ella.
Cada habitación cuenta, obviamente, con su propio baño, siendo también cada uno totalmente diferente a los demás. Han tenido a bien incluir una espaciosa bañera en cada uno, dando la posibilidad de darse un relajante baño, mientras observas por la ventana todo el viñedo, sintiéndote por un momento la mismísima Angela Channing.
A destacar, como en todo el resto de dormitorios, la gran amplitud de las estancias y la decoración acorde con el estilo del edificio, aunque con toques algo más modernos, como el de la bañera de la imagen.
En este dormitorio han optado por una decoración un poco más elegante y clásica. Nos nos gusta especialmente este tipo de decoración, aunque estamos abiertos a todo, y hemos de reconocer que el resultado es fantástico. Mención especial, eso si ,a la bañera con patas de estilo colonial. Nos encanta.
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