María Lancha
EditorHasta hace unos años, las casas prefabricadas eran solo un capricho de algunos que deseaban tener unas segunda residencia más económica y sostenible. Sin embargo, el auge de este tipo de casas como viviendas habituales y la aparición de las Tiny house como segundo movimiento, hacen de un mundo movido por los excesos, algo más esencial, consciente e inteligente.
Las Tiny house nacen con la necesidad de, literalmente, 'llevar la casa a cuestas'. Son un tipo de vivienda prefabricada que se caracteriza por tener un tamaño reducido y la posibilidad de trasladarse de un lugar a otro. Estas construcciones se pueden utilizar como primera residencia, casa de vacaciones o como inversión inmobiliaria de alquiler con la que viajar por el mundo adaptándose constantemente a nuestro estilo de vida.
Un modelo portátil de dos plantas, ducha y una cocina equipada
Cuando se trata de una escapada rural o una ruta por la costa, siempre se nos viene a la mente hacerlo 'sobre ruedas'. Y lo cierto es que la firma portuguesa Madeiguincho demostró que es posible hacerlo con estilo y sostenibilidad gracias a sus increíbles modelos de Tiny houses.
En concreto, su Guincho T.O.W. es una Tiny house de 15 metros cuadrados, con un espacio habitable de dos plantas y una capacidad para dos personas. Una casa portátil diseñada para ofrecer una experiencia de turismo responsable, con autonomía energética total que permite prescindir por completo de la red eléctrica convencional.
Diseñada para parejas que buscan reconectar con la naturaleza y moverse por diferentes lugares, esta casa prefabricada portátil demuestra que el espacio bien planificado puede cubrir todas nuestras necesidades primarias.
El mobiliario multifuncional, los sistemas de almacenamiento ocultos y las soluciones verticales convierten un espacio mínimo en un ambiente versátil y acogedor. La iluminación natural y los materiales nobles, como la madera, el acero o el vidrio, refuerzan la sensación de amplitud y calidez.
Más que una tendencia, las tiny houses representan una filosofía de vida: elegir calidad sobre cantidad, experiencias sobre posesiones y libertad sobre arraigo. Para jóvenes viajeros, parejas minimalistas o jubilados que buscan reducir, esta es una opción que trasciende el diseño. Su precio es de 35.000 euros sin IVA.
Fotos | Spassio
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