Durante las dos últimas semanas hemos podido disfrutar visitando la casa de Daniel de la mano de Magenta y Patch, preparando algo de comer en la cocina y echando una reparadora siesta en su dormitorio. Hoy abriremos de par en par su salón y su despacho para pasar una agradable velada, eso sí, contando con su permiso.
La Plaza de Chueca, al igual que el resto del barrio, es un espacio acogedor donde tomar un café en una de sus terrazas mientras se observa el ir y venir de la gente, resulta una experiencia muy relajante. Esa sensación se reproduce en el salón de Daniel, envuelto en un tono rojo fuego que prepara un ambiente de intimidad y sosiego.
Mientras que en las paredes el color rojo desata la pasión, en el lado opuesto el blanco amplía y aporta luz a la estancia, que comunica directamente con el despacho.
Como podemos ver en el plano, cocina, entrada y despacho carecen de separación y se comunican visualmente, multiplicando de esta manera el espacio. Esto convierte la casa de Daniel en un espacio dinámico en el que poder cocinar mientras se recibe a los amigos.
Sobre la pared de color resalta un espacioso sofá con chaise longue en reluciente color blanco que aporta frescura al salón. Frente a él un gran mueble acoge el equipo audiovisual mientras que en sus numerosas estanterías libros, música y películas encuentran acomodo.
Tres de los cuadros que visten las paredes han sido pintados por el propietario, destacando entre ellos el retrato de Audrey Hepburn que vigila la casa desde la pared o el de Bette Davis, que sonrie socarrona cerca de la entrada. Junto al ventanal, Madonna despliega todo su talento.
El despacho se ha emplazado en un rincón de la casa junto a uno de los dormitorios. En la reforma se decidió restar unos metros al dormitorio de invitados para ganar una zona de trabajo. Es un pequeño espacio muy bien aprovechado en el que se ha dispuesto un escritorio en L que permite trabajar a dos personas a la vez. Una cajonera roja mantiene el orden a la vez que se convierte, junto a una de las sillas, en un punto de color que resalta sobre el blanco de la pared. Al fondo, unos estantes de obra se integran perfectamente en el espacio mientras ordenan y exponen diversos objetos.
Sobre el escritorio destaca un gran cuadro que capta toda la atención, y esconde tras el cristal una historia y una pasión. Se trata de una gabardina diseñada por Madonna para H&M. En una tienda de Japón se dieron cinco prendas firmadas por la señora Ciccone a los primeros compradores, y la pareja de Daniel, gran fan de la artista, la consiguió por internet.
En un rincón del salón encontramos una pequeña consola sobre la que se expone una joya: un teléfono Ericofon modelo New Case North Electric Taj Mahal, que aporta un toque retro.
Como vemos en las imágenes de la obra realizada en este hogar, las vigas de madera que enmarcan el paso a la cocina se han recuperado, elemento que aporta mucho encanto a esta zona.
Ha sido un placer pasar esta velada descubriendo el salón de Daniel, una casa en la que vivir, trabajar y recibir se conjugan a la perfección.
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