Os voy a ser sincera: mi vida era más bonita cuando no conocía a Justin Bieber y todos los movimientos que han surgido a su alrededor. Este adolescente de 16 años tiene revolucionadas las hormonas a muchas adolescentes como él (y no tan adolescentes) tras saltar a la fama gracias a los vídeos que subía su madre a YouTube en los que él cantaba grandes éxitos.
Justin está disfrutando de un buen momento profesional, ya que su disco My World es un superventas y ha decidido comprarse una casa que, por supuesto, os vamos a enseñar aquí mismo. El piso está situado en Los Ángeles y a mí particularmente me gusta aunque es un poco soso comparado con otras casas de famosos que hemos visto en esta sección. Lo que más llama la atención es la decoración en blanco y negro bastante minimalista y las impresionantes panorámicas que se ven desde las ventanas.
Empezamos nuestro recorrido por el salón que es lo que más me ha gustado. Los ventanales que vemos enfrente son lo que le da toda la luminosidad que posee, reforzados por el suelo de mármol y las paredes blancas. Observad cómo los muebles son bastante sencillos, siguiendo un esquema blanco y negro que vemos en toda la casa.
La zona de tertulia de este salón está dividida en dos partes: por un lado el sofá con chaise longue desde el que ver cómodamente la televisión, con una mesa redonda que sirve para apoyar cualquier cosa que necesitemos pero que no le quita mucho espacio a la estancia. Por otro lado, hay dos sillones orejeros al lado de la ventana que podrían considerarse una segunda zona de tertulia o un rincón donde poder leer o escuchar música disfrutando de las vistas.
El centro de esta estancia es la televisión que se halla empotrada en el muro y el toque personal se lo aportan las fotografías que tienen colgadas a la izquierda, aunque no tengo claro si son de parientes porque el de abajo me recuerda mucho a Jack Nicholson (no sé por qué alguien quiere tener a ese señor en un salón a no ser que sea familia). Otra cosa que me gusta mucho es que no hayan puesto alfombras respetando así los suelos de mármol que brillan en todo su esplendor.
El comedor del cantante está al lado de la cocina para que no tengan que recorrer mucha distancia los platos. Observad cómo la mesa está rodeada de las (para mí) aburridísimas sillas Panton, que se combinan con dos sillones en los extremos para romper la monotonía.
Lo mejor de este ambiente es la lámpara del techo, que parece estar formada por plumas y que con su color negro contrasta a la perfección con el resto del comedor que es blanco. La cocina también ha optado por esta premisa decorativa y tiene muebles oscuros con electrodomésticos metálicos, muy a la moda de lo que se lleva actualmente.
El baño de Justin Bieber es un poco soso para mi gusto, aunque entiendo que hay quien pueda decir que es un derroche de elegancia y minimalismo. En él tenemos como en otras ocasiones una bañera y una ducha separadas entre sí, y un lavabo con dos senos de mármol blanco con vetas negras que a mí me encanta que se combina con grifos de cascada que son muy bonitos.
En resumen, la casa de este cantante es de las que me gustan de las que hemos visto por aquí aunque yo habría introducido detalles de más colores aparte de blanco y negro para romper la monotonía. Además, para ser la casa de un chico de 16 años es un poco aburrida, ¿no creéis?
Imágenes | The real estalker
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