Desde que hace ya casi cinco años (cómo pasa el tiempo) compartiera con vosotros por primera vez un ingenioso estante donde colgar la bicicleta, siempre he tenido ganas de hacer algo parecido en mi casa. Al principio me faltaba la bici (parte esencial), y luego más adelante el tiempo para llevar a cabo el proyecto, pero por fin he podido crear mi propia estantería para colgar la bici.
Durante este tiempo, en muchas ocasiones pensé en simplemente comprarme una, pero las industriales son muy feas, y las hechas a mano rondan los 100 euros en Etsy. Así que al final me armé de valor y algunas herramientas y me puse manos a la obra.
Materiales necesarios
- Una mesilla de noche RAST de Ikea (o cuatro tableros de pino a medida), una sierra de calar, una sierra circular (opciona), metro, regla, lápiz, taladro con brocas de madera y destornillador.
Cómo hacer nuestra propia estantería para colgar la bici
Para llevar a cabo este sencillo pero entretenido proyecto, he usado como base una mesilla de noche RAST de Ikea, porque las medidas me encajaban casi perfectas y solo tenía que hacer un par de cortes, pero valdrían también unos tableros de pino cortados a medida.
El objetivo es crear una estantería que tenga el fondo suficiente para que el manillar no toque la pared (en mi caso, 30cm, pero mide el ancho de tu manillar), un ancho holgado para que el cuadro se sujete firmemente pero sin ser demasiado ajustado, y el alto necesario para que la estructura sea sólida y aguante el peso sin problemas.
Teniendo todo eso en cuenta, y partiendo de la base de las medidas de la mencionada mesilla, opté por una estantería de 30 centímetros de fondo, 30 de ancho y 40 de alto. Tenía pensado recortarla a 30 de alto para que fuera completamente cuadrada, pero luego me gustó como quedaba puesta del revés (lo que sobresale hacia arriba son las patas), ya que me permitía poner libros sobre ella.
El siguiente paso fue cortar los travesaños a las medidas que necesitaba (26,8cm para que el recuadro interior fuera cuadrado). Eso lo hice con la sierra circular fácilmente; también se puede hacer con una de calar, pero a contraveta el corte de esa pequeña sierra es complicado y nada limpio.
Más delicado fue hacer las hendiduras para colgar la bicicleta. Ahí tuve que medir varias veces el diámetro del cuadro de la bicicleta, y luego recordar las clases de geometría descriptiva de la carrera para dibujar dos muescas con la misma inclinación y anchura. Luego me tocó pelear con la sierra de calar para que la parte semicircular quedara bien, pero así la bici se sujeta firmemente, sin temor a que se salga por un golpe.
Colgar la estantería en sus sitio fue muy sencillo. Para ello usé esos herrajes que vienen para colgar las estanterías HALLAX y los muebles de cocina de IKEA, y que siempre guardo para estas ocasiones. Si no tenéis, unas escuadras sujetas a las maderas verticales y luego a la pared cumplirán la misma función.
Ventajas de colgar la bicicleta de la pared
Las ventajas de colgar la bicicleta en la pared son muchas. La primera y más importante, es que queda genial, especialmente si tienes una bicicleta bonita y ligera visualmente. Es perfecto para una fixie como las que están de moda, o una bicicleta de paseo o de carretera.
La segunda, y no menos importante, es que se libera espacio. Una bicicleta apoyada en el suelo es un incordio: mancha la pared, tropiezas con ella, se cae... además con esta estantería ganas un sitio donde guardar esos accesorios de la bici que siempre van rondando (candados, recambios, herramientas...) y nunca encuentras cuando necesitas.
¿Os animáis a hacer vuestra propia estantería para colgar la bicicleta?
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