Transformar un baño antiguo en un espacio moderno, luminoso y funcional sin necesidad de grandes obras ni grandes presupuestos, es posible. Así lo demuestra esta reforma exprés en un cuarto de baño de los años 90, que ha pasado de recordar a los escenarios de Cuéntame a lucir como un espacio completamente actualizado con materiales económicos y un planteamiento práctico.
El proceso, que combina ingenio y una cuidadosa selección de acabados asequibles, ha conseguido renovar por completo la estética y funcionalidad del espacio original, manteniendo intacta la distribución y evitando las complicaciones típicas de una reforma tradicional.
Un cuarto de baño renovado por muy poco
Uno de los elementos que más evidenciaba la edad del baño eran los azulejos. Su aspecto desfasado condicionaba la percepción del conjunto, pero sustituirlos suponía una obra importante. La solución elegida fue pintar todos los revestimientos cerámicos con pintura epoxy, un material muy resistente, duradero y totalmente impermeable.
Su aplicación permite cubrir baldosas antiguas sin retirar piezas y lograr un acabado uniforme que parece recién instalado. El resultado es un baño más luminoso, limpio y contemporáneo.
El mobiliario ha sido clave en la actualización del espacio. El antiguo mueble, voluminoso y estéticamente anticuado, fue sustituido por un modelo moderno cuyos acabados y líneas limpias cambian de inmediato la percepción del baño. El espejo, a juego, completa el conjunto ofreciendo una estética fresca y actual que aporta amplitud visual.
Uno de los secretos que permite ajustar el presupuesto es el siguiente: se instala el inodoro más económico del mercado, que incluye una tapa de plástico básica. Después, simplemente se sustituye esa tapa por un modelo de mayor calidad. De esta manera se consigue un sanitario totalmente funcional y con mejor presencia, sin pagar el sobrecoste de los modelos premium.
El pavimento fue reemplazado por SPC vinílico, uno de los materiales estrella en reformas rápidas por su resistencia al agua, su acabado realista y su instalación sin obras. Además, permite unificar suelos en distintas estancias, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes quieren continuidad estética en toda la vivienda.
Aunque la transformación general del baño no requiere obras invasivas, sí se optó por sustituir la antigua bañera por un plato de ducha. Esta decisión aporta comodidad, seguridad y una sensación de amplitud muy notable. La instalación incluye fontanería, mampara y todos los trabajos de montaje necesarios, manteniendo la intervención dentro de un presupuesto ajustado.
Un presupuesto que sorprende
@pati_carrasco Os dejo el desglose real: ✅ Opción 1 (589 €): La reforma sin cambiar la bañera por ducha. ✅ Opción 2 (1.729 €): el precio real de la reforma completa cambiando bañera por ducha (incluye mano de obra, fontanería y todo el montaje). ❌ Opción 3 (2.487 €): era la trampa 😅 El gran salto de precio está en pasar de bañera a ducha: más accesible, más amplitud, pero también más obra y más presupuesto. Si te interesa, voy a seguir compartiendo trucos de reformas low cost, materiales que funcionan y antes/después reales por aquí ✨. 👉 Y si lo que te interesa es invertir en pisos, tengo un canal y un grupo de Telegram donde comparto todo mi proceso con más detalle. #reformabarata #reformalowcost #reformabaño #antesydespuesreforma #reformaeconomica
♬ sonido original - Patricia Carrasco
La reforma completa (sin incluir el cambio de bañera por ducha) tuvo un coste de 589 euros, una cifra realmente reducida para el nivel de transformación conseguido. Con la sustitución de la bañera por la ducha, el total ascendió a 1.729 euros, incluyendo mano de obra, fontanería y montaje.
Fotografía de portada | Vía @pati_carrasco | Unsplash
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