En los cuartos de baños y aseos, por norma, no suele sobrar demasiado sitio, así que conviene sacar partido de cada centímetro. Detrás de la puerta solemos colocar algún perchero o incluso otros sistemas de almacenaje, pero para aprovechar el mejor el espacio en el baño, nada como este armario colgado de la puerta.
No os vayáis a pensar que es un armario ropero, sino más bien como esos que se suelen colocar tras los espejos, perfecto para guardar cremas, maquillaje o lo que sea, aunque lo verdaderamente ingenioso es su sistema de anclaje.
Lejos de tener que atornillar el armario a la puerta o la pared, con el consecuente engorro y el problema de los agujeros que quedarían si decidimos prescindir del armarito, sus diseñadores han ideado un sistema que utiliza las bisagras de la propia puerta parar sostenerse y pivotar.
Para instalarlo, solamente hay que sacar la puerta, colocar el armario en las bisagras y volver a colocarla. Y si queremos quitarlo porque no nos gusta su aspecto un tanto hospitalario, pues repetimos la operación al revés y listo.
Además de para el baño, es un armario que también podemos colocar en otras habitaciones, pero dado que no es especialmente bonito, y que parece que a la puerta le haya salido una joroba, yo limitaría su uso a baños, vestidores y cuartos de lavandería. Su precio, en torno a 100 euros al cambio.
Vía | LikeCool
Más información | Hammacher Schlemmer
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