Aunque la revolución en el mundo del diseño y la arquitectura naciera en la primera mitad del siglo, los prósperos y consumistas años 50 y 60 en Estados Unidos fueron los que se encargaron de introducirlo en nuestras vidas para siempre. Casas, coches, aparatos electrónicos, mobiliario, ropa… todo debía ser nuevo y alejado de la sobriedad de un tiempo que parecía muy pasado.
Es una época muy recurrente en el cine, pues su estética y el estilo de vida norteamericano de entonces la convierte en un escenario ideal para todo tipo de tramas. Sin pensar, me viene a la cabeza la película de animación “Los increíbles”, el musical “Dreamgirls” y la serie de televisión Mad Men, pero la lista es larga y variada.
Inspirado en la vida de esos años, Max Dalton ha diseñado unos sets recortables que nos permiten volver a los 50 aunque solo sea gracias a nuestro deseo de nostalgia. Nostalgia de tiempos que muchos ni siquiera hemos vivido, pero eso no viene al caso.
Las creaciones de este ilustrador bonaerense respiran constantemente ese aire vintage que nos toca la fibra sensible, pero ahora con este set recortable no nos tenemos que limitar a admirar sus ilustraciones sino que podemos recrear una escena completa de la vida norteamericana de mitades de siglo, com pueda ser una fiesta en la piscina o una barbacoa de domingo.
Max cuida hasta al más mínimo detalle, desde cosas básicas como la casa, con su tejado a dos aguas , sus grandes ventanales y su chimenea de ladrillo, hasta detalles como el equipo de música, la vestimenta, el coche o incluso que casi todo el mundo está fumando o bebiendo (quien haya visto Mad Men, me entenderá).
Me gusta mucho también como consigue recrear dos ambientes tan distintos como pueda ser una barbacoa o una fiesta. Esta todo tan cuidado que hasta nos parece escuchar la música y el jolgorio de la gente en una y el crepitar de la carne al fuego y el corretear de los niños en la otra.
Están disponibles en múltiples tamaños, para que podamos montarla a la escala que más convenga. Su precio varía en función del tipo de papel elegido y del tamaño que queramos, pero podemos conseguir una plantilla de 36 × 27cm por poco más de 20 euros. No es mucho dinero para un pequeño viaje en el tiempo y puede ser un muy buen regalo tanto para niños con inquietudes artísticas como para adultos con nostalgia.
Los 50 es una década que no me hubiera importado vivir (en Estados Unidos, todo sea dicho), aunque solo fuera por estar presente en la explosión del consumismo mientras la guerra fría alcanzaba temperaturas gélidas, así que lo voy a apuntar en mi lista de deseos, y a lo mejor algún día me doy el capricho y me compro este set recortable para volver a los 50.
Os dejo con una galería para que os entren ganas de montar una ahora mismo.
Vía | No me toques las Helvéticas
Más información | Imagekind
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