El arte y la belleza se esconden en cada esquina, en cada rincón, en los objetos más inusitados... como esta preciosa y colorida escultura hecha con botos de detergente, un magnífico ejemplo de reciclaje aplicado a la decoración y el arte.
Esta alegre obra se la encontró Grace Bonney, editora de Design Sponge, en el balcón de un edificio mientras paseaba por Brooklyn con una amiga. Construida a partir de un sinfín de botes de detergente de diferentes colores (primarios y secundarios), le confiere un aire desenfadado a la fachada, aportando una nota diferente.
Aunque pueda pareces que simplemente han amontonado los botes al tuntún, en realidad hay una composición muy estudiada, que le otorga mucho dinamismo a esta divertida escultura hecha con botes de detergente que a lo mejor alguno os animáis a probar.
Vía | Design Sponge En Decoesfera | Color Berlin, fotografías urbanas de Matthias Heiderich
Ver 1 comentarios