Como hoy es sábado, muchos ya tenéis la mente lejos de los ordenadores, pensando en paseos en bici, partidos de fútbol y excursiones por el campo (es un decir), así que, ahora que nadie me lee, voy a permitirme el lujo de ser un poco polémico.
Lo que tenéis sobre estas líneas es One Perfect Cube, una obra de arte hecha con tres relojes. Vaya tontería, diréis muchos, pero algunos ya habréis intuido --con la ayuda del nombre-- lo que se puede hacer con nueve líneas --las tres agujas de los tres relojes-- que se mueven girando alrededor de tres puntos que forman un triángulo equilátero.
Pensadlo por un momento antes de seguir leyendo.
Tal como se puede ver, los relojes están sincronizados de forma que una vez cada 12 horas, las agujas se cruzan creando el dibujo en perspectiva de un cubo. En ese momento, ese segundo de lucidez, todo cobra sentido, y lo que era un artefacto extraño se convierte en una pequeña obra de arte.
Una obra de arte cuya belleza reside en una mezcla entre la perfección del cubo y lo efímero del momento, al igual que un atardecer es bello no sólo por la majestuosidad de sus colores, sino porque hay que esperar al menos otro día entero para ver el sol ponerse de nuevo.
Os dejo con con un pequeño video con 24 horas de funcionamiento de One Perfect Cube, para que podáis meditar si os parece una obra de arte hecha con tres relojes o un simple delirio de modernidad de su creador, el alemán Florian Jenett.
Vía | Fubiz Más Información | Florian Jenett En Decoesfera | Yellow Paintings, cuadros muy minimalistas
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