Ayer se presentó en Ramses, (plaza de la Independencia 4), en Madrid, la obra de Javier Alfaro. Javier es un reconocido y consagrado arquitecto de interiores que ha cambiado de disciplina en lo que, en su caso, considera una a transición natural. Ha pasado del croquis a la obra de gran formato, como parte de una evolución necesaria.
Sus cuadros se inspiran en autores como Le Cobusier o Rothko y destacan por el uso de colores primarios y llamativos.
Una obra que según cuenta el propio Javier Alfaro, le cuesta explicar con palabras porque transmiten emoción y más verdad que belleza. Detrás de cada una hay un laborioso trabajo constructivo buscando los equilibrios entre el color, las formas y las ensoñaciones.
Sus obras son expresiones radicales y atrevidas. Según el mismo indica, a diferencia del interiorismo donde la libertad se ve más condicionada por factores ajenos, pintar supone mayor creatividad y permiten a Javier expresarse mejor. De hecho, según sus propias palabras "Al interiorismo le falta provocación y expresividad" porque depende del cliente, del presupuesto o las necesidades del espacio, por lo que esta la libertad se ve más condicionada.
Aún así, su gran motivación y emoción en la vida es el espacio, y generar espacios también es lo que hace en sus obras en las que crea, abre, cierra y limita formas que pueden ser ventanas, vanos, piscinas, huecos. Sus obras juegan con los espacios generados por las líneas y las geometrías. Con el apoyo de los colores consigue formas bidimensionales y tridimensionales, creando un mundo ideal del arte geométrico y abstracto.
Sus cuadros de gran formato se pueden ver toda la semana en Ramses, el multifacético espacio (restaurantes, galería, salas de reuniones...) diseñado por Philip Starck, situado junto a la plaza de Alcalá y que bien merece una visita.
Información e imágenes via Tressartgallery.com
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