Hay ocasiones en las que las especiales características de una casa condicionan la decoración y distribución de los muebles, pero también podemos dar la vuelta a estos accidentes arquitectónicos y aprovecharlos como aliados para una decoración personal. Es el caso de este ejemplo: una habitación en la que un arco se abre en la pared del dormitorio. ¿Qué hacer con él? ¿cómo integrarlo?
Antes de cubrirlo con escayola o dejarlo vacío, podemos aprovecharlo para encajar la cama en el vano, consiguiendo un cabecero muy original y aprovechando este espacio de manera eficaz.
Pero añadiría una sugerencia al conjunto que vemos en la imagen. La sensación que produce la cama al estar encajada completamente en el arco no me agrada, ya que sobra un espacio entre esta y las mesillas, que afea el conjunto.
Si hacemos un poyete de obra que cubra la parte inferior del arco, justo hasta la altura de la cama, conseguiremos un conjunto más depurado, salvando así el desajuste de espacio y consiguiendo una base para colocar cuadros, adornos y demás objetos.
Nada mejor que poder ver en imágenes lo que he intentado trasmitir en palabras. En este esquema podemos ver el dormitorio transformado: la cama se desplaza hacia delante y reposa junto al nuevo murete que hemos añadido.
Hemos descolgado los cuadros que había dentro del arco y los hemos colocado sobre la nueva superficie, compartiendo espacio con libros, un jarrón y otros objetos, que aportan calidez al cabecero, descongestionando las mesillas, antes repletas. Por último, hemos intentado equilibrar los volúmenes colocando un gran cuadro en lo alto.
Vía | Apartment Therapy
En Decoesfera | Un cabecero con una tira de comic, ¿No tienes espacio para un cabecero? Píntalo
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