Seguro que muchos habéis hecho la limpieza de verano y habéis encontrado objetos de los que no habéis tenido el valor suficiente como para deshaceros de ellos. Si vivís en la montaña o cerca, lo mismo hasta habéis dado con unos esquíes de los antiguos (como dice mi abuelo, "Ya no se hacen cosas como las de antes") de madera que, aunque aún se puedan usar, son mucho más incómodos que los modernos fabricados en materiales más ligeros.
Que no cunda el pánico, porque no tenéis que tirarlos a la basura. Basta con que los fijéis a la pared con un par de escuadras y ¡voilá! Tenéis una estupenda estantería rústica donde ir colocando los nuevos libros que vayáis adquiriendo. No obstante, mi consejo como decoradora es que no los carguéis mucho, ya que son finos. Los veo ideales para ponerlos con unos CDs.
Vía | Apartment Therapy