Si hace unos años todos mis amigos se lanzaban a amueblar sus casas con muebles en color wengué, el fin de semana pasado os puedo asegurar que no encontré ni rastro de esta madera tan popular en las cinco tiendas de muebles que visité. En estos establecimientos vi muchísimos muebles blancos, casi todos lacados y algunos negros o en colores de madera natural pero ni rastro de este tono marrón oscuro casi negro que se había hecho un hueco en todas nuestros hogares.
Resulta que a mi salón, decorado hace unos años en color wengué, quería añadirle una estantería donde poner mis DVDs ya que en el mueble normal ya no me cabían. Salí a la calle resuelta a terminar la gestión en poco tiempo ya que me sonaba que había muchos muebles de ese color en todas las tiendas pero constaté que esa moda ya pasó y que el wengué ha salido de nuestras vidas por una temporada.
Las nuevas tendencias de decoración huyen de esta madera tan oscura (y tan difícil de mantener limpia) y se decantan esta temporada por muebles lacados, sobre todo en blanco y negro pero sin huir de los colores flúor que salen de las cocinas para invadir el salón. Me parece una apuesta muy arriesgada decorar un salón de fucsia por ejemplo, pero para gustos se hicieron colores y estoy segura de que si lo elegís combinaréis estos muebles con piezas que equilibren el cromatismo de la estancia.
Así pues, hacedme caso: si estáis pensando en comprar alguna pieza más para vuestro salón wengué, salid a las tiendas antes de que quiten todo el stock de este tipo de madera. Si no, siempre podéis arriesgaros con una mezcla ecléctica en otro color que os quede bien.
Imagen | Portobello Street
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