Algunos espacios poco necesitan para lucir espléndidos. Es más, cuanto menos los decoremos o adornemos mejor que mejor. Es el caso de la estancia que vemos en la imagen, en la que las ventanas son las únicas protagonistas. Estas, de distinto tamaño y forma están dispuestas partiendo de una linea imaginaria que las equilibra, para luego complementarse la una a la otra en sus diferentes volúmenes.
Ambas cristaleras son lo suficientemente bellas como para rechazar cualquier ornato, vemos como apenas dos pequeños objetos se apoyan sobre la base de una de ellas. Acertados sin duda: el cristal de color filtra la luz resultando un contrapunto sutil. Dejar de lado cortinas y estores es una gran idea, ya que no harían sino ocultar las ventanas, convirtiendo la pared en una de tantas.
Para aislar la habitación de las miradas del exterior se han colocado unos pequeños y discretos estores directamente sobre los paños, que no restan un ápice de su belleza. Por supuesto, esta propuesta solo puede llevarse a cabo contando con unas ventanas bien hechas y rematadas, con marcos de madera y manillas discretas o claramente artísticas.
Imagen vía | Apartment Therapy Más información | DBVW Work