Adiós plásticos amarillentos: con este truco de las abuelas conseguirás blanquear enchufes e interruptores de forma fácil y sencilla

La vuelta a la rutina y la limpieza general de cada mes de septiembre ya está aquí. Y es que, después de todo un verano de arriba para abajo en lugares y casas diferentes, septiembre es el mes de retornar a nuestra residencia habitual y echar un ojo a todos nuestros muebles, rincones y electrodomésticos de la casa para comenzar una nueva temporada desde cero.

Y aunque siempre ponemos especial hincapié en las cortinas, la ropa de cama o los muebles de las habitaciones, también hay ciertos espacios que requieren de una limpieza a fondo si queremos que el resto de tareas y labores sigan funcionando bien. ¿Te acuerdas de los enchufes? La casa, por lo general, está repleta de estas corrientes y tomas de electricidad vitales en nuestro día a día y que, si no cuidamos, pueden acabar sucios y desgastados.

Por eso, aunque es conveniente pasar de vez en cuando un trapito húmedo para evitar la acumulación de polvo, bacterias y suciedad, hay veces que por su ubicación, por el paso del tiempo o por el desgaste, estos enchufes acaban amarillentos y en mal estado. ¡Te enseñamos como limpiarlos sin riesgos!

Cómo limpiar los enchufes en casa

Para empezar, por seguridad, desconecta la alimentación eléctrica mientras manipulamos los enchufes para evitar posibles daños. Después, desatornilla con cuidado todos los enchufes y comienza eliminando las partículas de polvo y restos de bacterias que pueden haber quedado acumulados en la superficie.

Luego, en un recipiente, añade agua oxigenada en crema de 30 volúmenes y con un pincel limpio aplica sobre la estructura de la toma de corriente hasta que el enchufe esté totalmente cubierto por la pasta. Aquí, cubre toda la mezcla con papel film y deja reposar fuera de la vivienda durante un mínimo de 24 horas.

Después de este periodo, se podrá comprobar cómo la pasta se ha hinchado un poco, por lo que será suficiente para retirar el film y enjuagar con agua y la ayuda de un trapo humedecido. Sécalo bien y vuelve a atornillarlo a la superficie. ¡El resultado será brillante!

Si prefieres hacerlo con agua oxigenada en líquido, deposita la cantidad en un disco desmaquillante y frota la superficie durante días. Con el paso del tiempo, verás como tus enchufes dejan de ser amarillos y vuelven a recuperar su color.

Imágenes | Pexels | Vía @alepez

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