Es habitual distinguir conceptos mobiliarios, un armario no es una estantería y una despensa no es un mueble de cocina, si todo lo unimos, la diferencia no es tanta. Su distinción consiste en las medidas, diseño interior y si este mobiliario lleva puerta o no. Una vez considerado este punto nos encontramos que lo que puede servir de estantería biblioteca sirve para almacenar otra serie de objetos, en este caso los alimentos.
Si nos gusta el orden e ir a tiro hecho, una despensa soluciona mil idas y venidas de un lugar a otro dentro de la cocina. Todo unificado facilita el trabajo y si los objetos se organizan en baldas o estanterías es fácil encontrar lo que buscamos. El remate de un proyecto por pequeño que sea es conseguir un reservado único para los comestibles y que estos queden totalmente a cubierto, mediante puertas compactas o dejando entre ver el contenido guardado, incluso al aire creando una decoración óptica y al alcance.
Mobiliario de cocina que engaña una vez cerrado
Maravillosa puerta recuperada convertida en corredera
Despensa inspirada en un vestidor
Las despensas han sido un elemento fundamental en todas las culturas y épocas. Bien es sabido que antes de llegar la comodidad del frigorífico se necesitaban espacios donde guardar los comestibles. Es dentro de las despensas donde mejor se han conservado los alimentos, normalmente se disponían hacia el punto cardinal Norte, por ser el más fresco y preservar su durabilidad.
Diseño realizado a medida, una vez cerrado el espacio queda limpio
Despensa rústica con madera reciclada
Actualmente no es necesario tener una despensa-frigorífico, ya que las cocinas vienen equipadas con la última tecnología mobiliaria para almacenar todo tipo de alimentos, eso sí, si eres de los que te gustan las despensas o quieres hacerte con una te facilitamos estas ideas para que la despensa de tus sueños quede lo más chic en cualquier hueco desaprovechado de la cocina o de casa.
Aprovechar el bajo de la escalera
Revestir con papel pintado
Poco fondo y mucha organización
Muchas despensas tienen ventanas con o sin vidrio, con aberturas cubiertas por mallas finas o herrería (antiguamente se utilizaban para permitir la circulación del aire y evitar la entrada de insectos), puertas correderas o plegables y otras fabricadas con simples estantes muy resultones. Su interior era pintado, alicatado o revestido de piedra y se le sumaban los ganchos para colgar piezas de caza o matanzas, la idea era alargar su caducidad. Más tarde aparecieron los revestimientos interiores en madera, azulejos de diseño y el papel pintado de máxima actualidad.
Proyectos integrados
Cuatro estantes y dos puertas dan para mucho
La madera nuestra gran aliada es con la que se pueden conseguir terminaciones que igualmente conservan los alimentos (evidentemente también éstos llegan preparados para durar un tiempo record). Estas son las ideas que os trasladamos para que veáis como una despensa, alacena , almacén o estantería es un desahogo en la cocina y en la que se pueden ordenar, organizar y conservar los productos. Personalmente me chiflan los botes de cristal a la vista, dan una sensación de calidez y familiaridad, es como la buena acogida que hace la cocina hacia nosotros, a la vez nos gustan las despensas, en las que una vez cerradas sus puertas, queda el espacio totalmente recogido y limpio.
Estilo industrial, tuberías de cobre y baldas en madera
Espacios rentables, imaginación y gusto
Lo ideal es la cercanía a la zona de trabajo gastronómico. Cualquier idea de almacenamiento resultan realmente cómodo y sea cual sea el look de la vivienda es un mobiliario muy útil al que se le puede dar el mismo estilo decorativo. No son complejas y sin patrón definido. A lo largo de los siglos se ha mantenido su función y se continúa apostando por este tipo de mueble en una vivienda, una buena organización no tiene precio y un ambiente recogido es fundamental en una decoración detallista.
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