En Decoesfera nos gusta estar al cabo de la calle, y nuestros captadores de tendencias han detectado una nueva que viene cada vez con más fuerza, los objetos pixelados. Haced memoria: volvemos a los años 90 cuando las resoluciones del ordenador no permitían ver imágenes tan realistas como las que vemos hoy en día. Qué digo realistas, las imágenes eran verdaderos ideogramas formados por pequeños cuadraditos llamados píxeles. Pues bien, los que crecimos en la era del pixel estamos empezando a tomar el control de la sociedad y a dictar las normas de la nostalgia y de lo estéticamente bueno o deseable.
Fruto de este sentimiento, están empezando a surgir cada vez más objetos pixelizados que se usan en la vida real de cada uno. No me refiero sólo a los píxeles en telas, como en el sofá Pixel que os enseñé hace un par de meses, sino de toda una serie de cosas que se diseñan para ser cuadradas y puntiagudas, como corbatas, relojes o la cómoda que ilustra este post. Los diseños de los antiguos ordenadores se están apropiando de la sociedad y podemos ver ejemplos de ello tan interesantes como las oficinas de la compañía ILSE, que están amuebladas completamente con objetos pixelados.
Los motivos de esta migración hacia el pixel son muchos y la nostalgia es uno de los más potentes, pero hay otras. Los objetos pixelizados son divertidos, afianzan el sentimiento de pertenencia a una generación concreta, que es la de los que nacimos en los 70 y en los 80, mediante artículos que probablemente nuestros padres "no entenderían". Los objetos pixelizados suelen estar pintados con colores básicos (¿quién no recuerda los ordenadores de 8 o 16 colores?) y llenan de alegría cualquier estancia. Los cuadraditos permiten la reinterpretación de muebles que ya existían desde tiempos inmemoriales aportando frescura y ¿por qué no? Un poco de geekismo.
Id preparándoos porque la palabra "digital" adquirirá un nuevo significado en decoración no tardando mucho.
Imagen vía | Pointclickhome
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