¿Es posible tener una habitación para un bebé en grises y dorados sin que quede "aburrida o seria"? El post de hoy responde a esta respuesta con un claro "sí". Por supuesto que con colores más sobrios, podemos crear espacios cálidos y acogedores. La habitación de bebé en grises y dorados del post de hoy es un claro ejemplo de ello.
Muchas madres, cuando están esperando un peque (sobre todo si es el primero) no quieren decidirse por colores "bebé". Y ya no hablo de los típicos rosa o azul, sino también me refiero a toda la gama de colores pasteles afines, lilas, malvas, verdes agua... Y es que los espacios infantiles pueden tener también un carácter elegante y atemporal sin dejar de ser "cuartos para niños".
La cuna en blanco
Hay dos elementos de mobiliario fundamentales a la hora de amueblar una habitación de bebé: la cuna y una buena y cómoda butaca. En este caso, ya que la decoración iba en la gama de grises y dorados, la elección de una cuna grandota en blanco y con barrotes, parece el mueble perfecto para redondear el conjuntos.
La butaca grande y cómoda
Si pensamos en las horas que pasaremos con nuestro niño en brazos en su habitación, seguro que tenemos claro que una buena butaca es fundamental. Como complemento perfecto, a la hora de darle de comer y de acunarlo (sí, ya sabemos que no debemos tenerlos mucho rato en brazos, pero ¿quién puede resistirse a eso?).
Una butaca de línea clásica, con un tejido que podamos lavar y a ser posible desenfundable (ya sabemos que los bebé suelen vomitar y tiene un olor muy fuerte que se queda en los tejidos) es fundamental.
La cómoda
Particularmente, creo que es un gran error comprar un muebles específico tipo cambiador para las habitaciones de bebé. Una buena cómoda, sobre la que pondremos la típica colchoneta de cambiar peques mientras la necesitemos, será más que suficiente. Si optamos por un mueble "normal", luego podremos utilizarlo durante años, mientras un cambiador tiene una vida útil mucho más corta.
Los detalles de la habitación
Hacer un MIX de cuadros en tonos dorados y grises para decorar una de las paredes, es una opción bonita y que nos ahorrará dinero. Además, algo tiene de especial el ir preparando el cuarto de nuestro bebé con detalles hechos por nosotros mismos. Luego los ves y es una sensación muy especial, un trato único del que prepara todos los detalles para la persona que está por venir.
Animales pintados en blanco con un toque de oro, pinturas, detalles en cojines, el móvil hecho de plumas sobre la cuna... Como os decía, todos ellos son detalles hechos a mano que combinan perfectamente con el resto de la decoración y le dan ese carácter único de rincón especial y cuidado.
Obviamente, en un cuarto de bebé no podrían faltar nunca los peluches. En primer lugar, porque a ellos les encantan. En seguida escogen a su favorito y van arrastrándolo por toda la casa. Una buena colección de animales en grises, negro, y marrones, quedarán perfectamente integrados en este tipo de cuarto infantil.
Por supuesto, el detalle final de toda habitación de bebé y que no puede faltar, es una buena alfombra. Puede ser con motivos o forma más de peque, o bien utilizar una alfombra "más crecedera" sin aspecto de "bebé". Es un elemento sobre el que jugarán, aprenderán a gatear y amortiguará sus caídas mientras aprenden a caminar, así que es realmente indispensable, ¿no os parece?
Vía | DIY on the Cheap
En Decoesfera | Preparando la habitación del bebé