Hace ya varios años que los árboles de Navidad de colores, en particular de color rosa, llegaron a nuestras vidas. Confieso que en su momento creí que sería una moda pasajera, pero aunque yo sigo anclada a los árboles de color verde árbol.. La realidad es que los otros colores se siguen viendo y en particular el rosa cada vez más.
Cierto es que en casos muy concretos queda bien, por ejemplo en la imagen sobre estas líneas, pero siendo realistas en una casa normal, con un ambiente normal y una decoración normal y regalos normales... Un árbol de Navidad de color rosa no es nada fácil de encajar. Mi duda es, ¿por qué tanta gente lo elige y se complica así la vida?
Si queremos ser originales con la decoración navideña podemos optar por innovar en detalles más pequeños o más discretos o de los que se usan de vez en cuando, un mantel, unos paños de cocina, un guante de horno, tal vez algún adorno colgante o una guirnalda decorativa... Pero no nos pasemos de originales con el árbol, porque entre unas cosas y otras lo tendremos que ver todos los días durante más de un mes.
El árbol de Navidad rosa es difícil de encajar con otros adornos navideños y condiciona incluso la forma que tengamos para envolver los regalos si queremos crear a su alrededor una atmósfera medianamente equilibrada... No seré yo la que diga tajantemente que es una mala idea, porque a quienes lo hayan elegido no ser lo parecerá, pero mi opinión con respecto a los árboles de Navidad de colores que no son verde, y en particular de color rosa es que: ¡no hay necesidad!
Fotos | Oh Happy Day y Mercado Libre