Esta es la historia de un sofá que quería ser mochila, pero que decidió que lo suyo no era andar para arriba y para bajo, que como en casa no se está en ninguna parte. Así que decidió coger lo mejor de las mochilas, es decir, sus innumerables bolsillos y compartimentos para guardar cosas, y se quedó en el comedor para que la gente que se recostara en él tuviera todo a mano.
Así, sus felices dueños no tendrán que incorporarse para alcanzar el mando de la televisión o una revista, estará en alguno de los bolsillos. Incluso parece haber sitio para guardar golosinas y algo de picar. Desde luego, si tuviera un cajón-nevera me lo compra ya mismo y me quedaba a vivir en él.
El diseño es cosa de la colaboración entre la marca de mochilas Eastpak y la firma de muebles Quinze & milan. Ingenioso, curioso y muy práctico. Hasta podría ser el detalle para la casa de un alpinista.
Vía | Compradicción Más información | Eastpak, Quinze & milan En Decoesfera | Antes y después: sofás con tapizado renovado