En Decoesfera ya hemos visto en otras ocasiones las posibilidades del color verde como color de base para una pared. En los posts anteriores hemos visto unos verdes vitales pero hoy quería mostraros un verde más apagado, similar al verde oliva. En estos casos tenemos unos ambientes más sobrios que en el ejemplo anterior y que puede ser un buen color de partida para decorar un ambiente tranquilo y acogedor.
Sobre estas líneas tenemos un comedor cuyas paredes son precisamente verde oliva. Observad cómo se han dejado los rodapiés y el techo blanco pero se ha pintado verde desde el suelo hasta arriba, incluyendo el friso, para aumentar la sensación de amplitud. En las paredes tenemos una mezcla un tanto ecléctica: como vemos en esta base no han dudado en colocar un cuadro abstracto, un conjunto de platos y un retrato sin que con ello el ambiente se vea perjudicado por el batiburrillo.
Obviamente, se ha intentado crear un salón vintage con muebles de diversa procedencia, y si os fijáis podemos identificar hasta tres sillas diferentes que cuentan una historia distinta. Me gusta cómo se integran en una sola habitación una mesa auxiliar blanca, una mesa camilla solo con el barniz y las distintas sillas. Observad cómo toda la estancia tiene un aire a “casa de la abuela” pero se actualiza con detalles modernos como el cuadro abstracto o el estor de la ventana.
Lo que menos me gusta de esta habitación es la lámpara del techo y el aplique con forma de velas que tenéis a la izquierda. No sé si tomármelo como un detalle de ultramodernidad o que no se han molestado en cambiarlo.
En la zona de tertulia que tenéis sobre estas líneas vemos de nuevo una apuesta por un look retro con algunos elementos claramente viejos como la butaca de la izquierda pero con aires de 2011. Observad cómo aquí la pared está decorada con un gran cuadro que se apoya en el suelo y se completa con detalles realizados en materiales naturales.
Si en el anterior salón veíamos diferentes tonos para combinarlos con el verde oliva de la pared, aquí vemos el sofá color crudo y el resto en ocre y marrón. La verdad es que este ambiente me aburre un poco porque no han tomado ninguna decisión arriesgada, todo es muy monócromo y con tanto verde y marrón acaba siendo una zona de tertulia sin personalidad.
Aquí tenéis otro salón cuya pared también es verde oliva aunque han dejado un friso blanco para que este color no retenga toda la atención. En este caso han decidido combinar el fondo con objetos en blanco y negro, otra decisión que no podríamos calificar de “arriesgada”.
Sin embargo, a mí este salón me gusta más que el anterior ya que me encanta cómo han mezclado tres cuadros de estilos y marcos totalmente diferentes con gran acierto. El cuadro mayor ocupa justamente el centro del muro y está flanqueado por los otros dos que no le restan protagonismo pero que quedan muy bien sobre el fondo verde. Además el cuadro grande con esa perspectiva le da a la estancia una profundidad ficticia, a modo de trampantojo, que a mí me encanta.
Observad cómo han usado dos sofás diferentes que se complementan cada uno en su estilo y que quedan perfectos con la mesa de centro. La alfombra vuelve a ser ocre, color que a mí me gusta cómo combina con el verde pero que no me acaban de convencer para mi propia casa.
¿Qué os parece? ¿Os vais a decantar por el verde oliva o vais a ir a por un tono más vivo?
Imágenes vía | Apartment Therapy
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