Si la semana pasada veíamos uno de los dormitorios de la casa de Gustavo en La Zubia (Granada), hoy quiero que me acompañéis a ver su salón que mantiene la unidad de estilo con la habitación que nos enseñó Magenta.
Lo primero que llama la atención del salón de Gustavo es la gran lona que cuelga del techo. Tiene toda la pinta de ser un paracaídas, pero si él lee estas palabras, por favor, que nos saque de la duda. Esta lona blanca contrasta a la perfección con las paredes rojas y negras, a la par de dar la sensación de que, más que en una casa, nos encontramos en una tienda de campaña, tal vez en medio del desierto marroquí. En el centro del techo podemos ver una original bola de discoteca que seguro que habrá presidido veladas muy divertidas.
El dueño de esta casa ha optado por la originalidad y se ha atrevido con muebles dorados y plateados. A la izquierda de la imagen podéis ver un aparador donde tiene las copas y el juego de té marroquí con el que amenizará a sus visitas. Justo enfrente hay una mesa alta también pintada en dorado sobre la que vemos la cachimba que seguro que recuerda a los habitantes a las noches marroquíes.
Junto a los sofás, al lado de la zona de tertulia podemos ver una manta africana que no sólo aísla del exterior sino que hace más acogedora la estancia, cuyas paredes están por lo general bastante desnudas, a no ser por un par de espejos y las estrellitas que enmarcan al aparador.
Os dejo las imágenes para que podáis ver a fondo todos los detalles:
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