He de reconocer que cuando he visto este sofá lo primero que me ha venido a la cabeza es el anuncio de la bata-manta, el oficial y las sucesivas versiones cómicas modificadas que se han ido sucediendo en youtube, pero después de que los he recordado y he parado de reírme he decidido escribirle un post, ya que al fin y al cabo, con la ola de frío polar de estos días, igual no es tan mala idea.
Se trata de una especie de puf gigante que se puede utilizar como sofá, en realidad también como cama, es un asiento o un lugar donde sentarse o tumbarse para leer, relajarse o demás y de forma un tanto indefinida, pero su característica más relevante es que tiene la manta incorporada, podemos colocarnos encima o debajo de ella y taparnos en parte o por completo, ya digo que con el frío que hace hoy, yo me veo ahí debajo, tapadita y sin moverme.
El inconveniente que yo encuentro es el tema de la limpieza, quiero pensar que la funda se puede sacar y lavar de forma independiente, me refiero a que uno en su casa las mantas las lava de vez en cuando, si esta no se puede separar para ir a la lavadora el asiento será una guarrería poco higiénico, además de coger olores, manchas…
No será por eso por lo que han elegido un color sufrido para su diseño, para que no se note cuando se ensucie, porque pensándolo bien, aunque se pueda sacar, con el tamaño que tiene tampoco cabría en cualquier lavadora. En fin, primero habrá que asegurarse de que el tema de la higiene se puede resolver con cierta facilidad y después por el aspecto estético no vamos a preocuparnos, ya sabéis, como se suele decir:
ande yo caliente, ríase la gente…
Vía | Top of design
Más información | Hanna Emelie Ernsting
En Decoesfera | Yo, un sofá cama de espuma de Nolen Niu
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