El final del verano es un buen momento para podar los frutales, evitar enfermedades y favorecer el crecimiento de nuevas ramas y una cosecha sabrosa
Con el verano casi acabado, es el momento de preparar a los árboles frutales para que resistan bien el invierno y puedan ofrecernos una cosecha abundante al año siguiente.
Entre las tareas que debemos realizar durante el mes de septiembre para cuidar a nuestros árboles frutales, destaca la poda. Un cuidado que es crucial y que hay que aplicar en dos de los árboles más extendidos en huertos y jardines de nuestro país si queremos garantizar frutos sabrosos y abundantes.
La poda del albaricoquero, clave para combatir la moniliosis
El albaricoquero es un árbol frutal que sabe a verano gracias a sus sabrosos y deliciosos frutos. Y el final del verano es el momento perfecto para potenciar su cosecha, pero también para prevenir la moniliosis, una enfermedad fúngica que puede poner en peligro la producción de albaricoques.
Para podar de forma correcta el albaricoquero, deberás eliminar en primer lugar todas las ramas muertas, enfermas o débiles, utilizando herramienta de poda desinfectada para evitar posibles infecciones.
Durante la poda es importante también ventilar la estructura del árbol que crecen hacia adentro y que impiden que entre el aire y la luz del sol. Precisamente, para favorecer la ventilación del interior, deberás eliminar las ramas que se cruzan.
Con esta poda, además de proteger al árbol de la moniliosis, mejorarás la exposición al sol de los frutos, garantizando así una maduración uniforme y una mejor calidad.
El melocotonero, poda para combatir la la curvatura de las hojas
El melocotón es otra de las frutas más veraniegas que existen por su forma, su color, su aroma o por su extraordinario sabor. Pero a veces, la producción se ve puesta en peligro por la aparición de enfermedades fúngicas como la curvatura de la hoja de melocotón. Con la poda, podrás eliminar las ramas afectadas por este mal.
Con el proceso de la poda, deberás retirar las ramas que hayan dado ya frutos este año, además de eliminar las ramas cruzadas que impiden ventilar el centro del árbol. Así, evitarás un aumento de la humedad en esa parte del árbol. Además, con la poda podrás mantener un tamaño manejable para facilitar futuras cosechas, y que la energía del árbol se concentre en las ramas más sanas y en la producción de los frutos. La poda estimulará el crecimiento de nuevas ramas que darán ricos melocotones al año siguiente.
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