Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y podrás por fin disfrutar de tu casa en la playa, la montaña o el pueblo. Aprovecha para decorar tu segunda residencia sin complicaciones pero con estilo y teniendo en cuenta cuál es su emplazamiento. No dejes que se convierta en un trastero en el que se acumula todo lo te sobra, te da pena tirar o ya no se lleva.
Con estas propuestas de Leroy Merlín lograrás un ambiente distinto y acogedor que convertirá tus días de descanso en un verdadero oasis para desconectar de la rutina y recargar pilas.
1. Descomplícate, estás de vacaciones
Sí, por fin estás de vacaciones, se acabaron los madrugones, las prisas, los horarios y los plazos que hay que cumplir. Relájate y disfruta de un entorno cómodo, desprovisto de elementos innecesarios. Busca soluciones prácticas y sencillas, pero decorativas, que resulten de fácil limpieza y escaso mantenimiento. Al ser un lugar vacacional, no te hace falta mucho más mobiliario del imprescindible.
En las segundas residencias, las estancias comunes cobran especial importancia pues son el espacio familiar por excelencia, donde disfrutarás con los tuyos de largas veladas, tanto de día como de noche. Por eso, no pueden faltar en ellas cómodos sofás o sillones y una mesa espaciosa para las eternas sobremesas.
2. Cuida el exterior
Aprovecha el entorno y también las vistas si son bonitas, integrando ambos en tu vivienda, por ejemplo unificando el suelo interior y exterior o con grandes ventanales cubiertos por ligeras cortinas o visillos, para que penetre más luz natural y el calor de las horas puntas quede suavizado. De esta forma, conseguirás aportar armonía a los espacios, pero también ampliar los metros.
¿Hay algo más agradable en verano que un jardín al anochecer? Déjate seducir por el entorno y dótalo de cómodos sofás con mullidos cojines y luces dispuestas directamente sobre el césped o en guirnaldas distribuidas entre las ramas de los árboles, como si fueran farolillos de fiesta.
Si lo que te gusta es disfrutar del sol, hazte con un par de sencillas hamacas plegables, colócalas en un lugar estratégico de tu jardín y cúbrelas con una vela, para disponer de un poco de sombra. Seguro que te sentirás en el paraíso con la única compañía del canto de los grillos.
3. Arriesgar está permitido
Un apartamento de vacaciones es la mejor excusa para que arriesgues en todo lo que no te atreves a realizar en tu vivienda principal. El estilo aquí puede ser más desenfadado e informal y te servirá para experimentar si te sientes bien con una tendencia o si por el contrario no resulta como pensabas a priori.
¿Qué te parecería prescindir de puertas y abrir la pared, comunicando dos estancias, pero dándole forma oblicua? Conseguirás dar profundidad al conjunto y dotarás a la habitación una personalidad increíble. Si además juegas con los colores de las paredes, buscando un bonito contraste entre ellos, incorporarás una de las tendencias en alza.
Forrar una de las paredes del salón con una plaqueta decorativa de ladrillos es lo más "it" en decoración actual. Hay un sinfín de posibilidades, por lo que seguro que encuentras una que se adapte a tus gustos: en blanco, marrón, gris, con efecto vintage...
Si el bricolage es lo tuyo, no dudes en crear un cabecero de listones de madera para tu cama. Aquí también hay muchas posibilidades, decide primero cómo vas a colocarlos, en horizontal o vertical, y si los quieres en color natural o de un tono especial, como este bonito cabecero azul cielo.
4. Atención a los materiales y elementos decorativos
Los materiales que escojas dependerán del entorno en el que se ubique tu apartamento. Si se encuentra en la montaña o en el campo, el estilo rústico, que aporta una imagen atemporal y hogareña, es el más indicado. La madera, tanto en muebles como en complementos será la protagonista, pero también la piedra y la forja. Los tejidos con estampados florales le darán una imagen natural, fresca y acogedora.
Si se ubica en la playa, encajará mejor con un estilo con aroma contemporáneo como el Boho Chic. Opta por tejidos ligeros de lino, gasa o algodón en blancos y azules, así como complementos decorativos como estrellas de mar, caracolas, faros o conchas que ayudarán a crear ambiente. En cuanto a materiales, escoge la madera lacada en blanco, porcelanas y fibras naturales.
5. Los colores alegres huelen a verano
El verano es la estación de la luz, por eso debes apostar por colores claros y frescos, que potencien la luminosidad, como el blanco, los piedras o incluso el color marfil, que son perfectos para aportar esa sensación de frescor a los meses de calor. En los complementos es donde debes introducir la pincelada de alegría.
Los textiles son perfectos para conseguir poner el contrapunto de color a la base clara. Cubre tu cama con estampados con predominio de azules, que ayudarán a refrescar tu dormitorio. En el baño, consigue un ambiente playero con multirrayas de colores básicos. En el salón, los cojines (lisos, de rayas, con dibujos o con lunares) deben ser los protagonistas y los manteles con estampados de flores alegrarán tu mesa.
6. Cocina funcional pero con todo lo necesario
Que estés de vacaciones y te encuentres en un espacio más reducido del que disfrutas el resto del año, no significa que tengas que renunciar a una cocina con lo básico para poder trabajar. Se trata de sacarle a este espacio, por mínimo que sea, el mayor provecho posible. Si tu apartamento es pequeño o si la cocina está integrada en el salón y buscas un espacio visualmente uniforme, es un buen recurso ocultar la cocina detrás de unas puertas, convirtiéndose en un armario.
El objetivo es empotrar todos los muebles de cocina y electrodomésticos en un mínimo espacio que resulte lo más cómodo posible, dejando el resto de metros cuadrados libres para aprovechar en el comedor o el salón. Busca unos muebles que sean modernos y de un color vivo, para que al tener las puertas abiertas se vea una bonita composición. Es una idea perfecta para cerrar la cocina cuando no queremos que los olores se extiendan o que se vea cierto desorden.
7. Vinilos y papeles para un cambio de look
¿Has pensado en cambiar el aspecto de una de las estancias de tu apartamento de vacaciones usando un vinilo o papel pintado? Es una solución fácil y asequible para reformar una habitación sin arriesgar demasiado y puedes colocarlos directamente sobre la pared y demás superficies lisas (cristales, baldosas, puertas, etc.) Seguro que te gusta tanto que acabarás atreviéndote a ponerlos en tu vivienda principal.
8. ¿Espacio extra? ¡Sí!
El espacio es la clave también en tu segunda residencia. Aunque quieras descomplicarte y simplificar será necesario que cuentes con un mínimo donde almacenar todo lo necesario, por muy básico que sea. Te proponemos que apuestes por muebles multifuncionales, ideales para espacios reducidos y con los que matarás dos pájaros de un tiro.
En el salón no puede faltar un sofá-cama, una práctica alternativa para alojar a tus posibles invitados. También puedes escoger literas con cama nido con hasta 3 plazas para dormir. Una mesa extensible te resultará muy práctica, ya que la podrás usar en función de la gente que se quede a comer. Y en el baño aprovecha el espejo para esconder detrás unas espaciosas estanterías en las que colocar todos tus productos de aseo.
9. La iluminación también es importante
Los días de verano son para pasarlos al sol. La luz natural es uno de los bienes más preciados y con el que más disfrutamos en esta época del año, pero cuando llega la noche y el sol se esconde, no hay nada como disponer de una atmósfera tranquila y relajante. Puedes conseguir ese ambiente mágico con candelabros, guirnaldas de luces o paneles puzzle, que además de permitirte ahorrar son muy decorativos.
Si te han gustado todas estas ideas y quieres ponerlas en práctica, entra en la página web de Leroy Merlín y encontrarás todo lo necesario para llevarlas a cabo.
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