Trabajar desde casa es algo cada vez más habitual. La mayoría de las ocasiones no necesitamos más que una conexión a la red y un pc o un portátil, pero también es importante acondicionar nuestro despacho para que podamos sentirnos motivados y cómodos.
Tanto si dispones de un estancia grande, como si trabajas en una habitación multiusos, hoy te traemos, de la mano de Leroy Merlin, siete claves para mejorar tu despacho. Al fin y al cabo es uno de los sitios donde pasamos la mayor parte del día.
Papel pintado para actualizar y diferenciar
El papel pintado está de moda, así que si quieres darle a tu despacho un toque más actual y a la vez diferenciar la zona de tu escritorio del resto de la estancia, puedes conseguirlo fácilmente con solo empapelar la pared principal.
Los diseños geométricos, como el Retro Indiana, marcan tendencia y resultan de lo más adecuados para entornos laborales. Además, el papel pintado cuenta con la comodidad de ser lavable y la ventaja de que si pasado un tiempo queremos cambiar de color o de estampado, es muy fácil de renovar.
Una buena iluminación lo es todo
Nuestro primer objetivo va a ser aprovechar al máximo la luz natural, así que si nuestro despacho está en una estancia oscura o sin ventanas y tenemos oportunidad de cambiarlo de sitio, no hay que pensárselo dos veces.
Puedes colocar la ventana a tus espaldas, cuidando que la luz no dé de forma directa sobre la pantalla del ordenador, o bien cambiar la situación para evitar el exceso de reflejos. Una cortina translúcida blanca te ayudará a conseguir una buena iluminación sin que te resulte agobiante.
Si tu piso tiene buenas vistas, también puedes instalar la mesa debajo de la ventana, así no solo tendrás una luz adecuada, sino que cuando te levantes a estirar las piernas, podrás disfrutar del paisaje urbano o natural que te rodea y descansar los ojos mirando al horizonte.
En cualquier caso, tengas o no una salida al exterior cercana, necesitarás al menos dos lámparas, una de techo y otra de mesa, para repartir la iluminación, puestas de forma que no se creen deslumbramientos ni sombras. Las bombillas de LED te ayudarán a ahorrar y además no dan calor.
Reivindica tu profesión
Puedes elegir tener un despacho anodino, parecido al de casi todo el mundo, o bien uno que hable de ti y de tu trabajo, que te sirva de inspiración y te anime a dar valor a lo que haces.
Si tienes un oficio creativo, los cuadros con fotos o dibujos expuestos en diferentes formas y tamaños son una opción decorativa, y que a la vez hace la misma función de diferenciar que conseguíamos con el papel pintado. Pero también valen documentos escritos, recortes de periódico, algún personaje al que admires, un objeto antiguo para usar de pisapapeles… Piensa en algo que te motive al máximo y que te identifique. Conseguirás un rincón mucho más agradable.
Un suelo cálido y resistente
Esto es algo que se aprende al poco tiempo de trabajar en casa, pero que deja una huella importante. Las sillas de despacho, especialmente las que llevan ruedas, son enemigas declaradas de la mayoría de suelos. Así que si no quieres que el suelo de tu hogar luzca lleno de rayones y marcas, lo mejor es optar por un suelo resistente, como la lama adhesiva Tarkett, que además con su aspecto de madera le dará un toque cálido y moderno a la estancia.
Este efecto también lo puedes conseguir con los suelos de cerámica, a prueba todo tipo de movimientos con la silla, incluídas las carreras.
Separando ambientes con estilo
A veces no queda más remedio que situar el despacho en el comedor, en la habitación o en cualquier lugar de la casa destinado para otros usos, lo cual no tiene que ser un inconveniente, siempre que separemos los ambientes para poder disponer de la intimidad necesaria, de forma que nos permita concentrarnos y sobre todo diferenciar los momentos de trabajo de los de ocio.
Para conseguirlo nos puede bastar un biombo, unas puertas correderas o unos elegantes paneles japoneses, con los que sumar estilo y luminosidad.
Una alternativa muy práctica es la de usar estanterías o series modulares como la Trendy Blanco, que además de decorar también nos servirán para poder guardar libros, documentos y material de oficina.
Clasifica y ordena como en cualquier oficina
Hablando precisamente de guardar cosas, las series modulares y las estanterías resultan ideales, pero no vale simplemente con dejarlo todo al azar repartido de cualquier manera. Si cuando estamos en una oficina externa tenemos claro que cada cosa debe tener su sitio, ¿por qué no aplicarlo también en casa?
Los archivadores y las cajas de cartón o de plástico transparente, te ayudarán a organizar mejor el material y a poder encontrar todo más rápidamente. Si quieres algo más personalizado, también puedes utilizar cajas y cajoneras de madera pintadas por ti. Con el kit de pintura craquelada conseguirás unas cajas con aspecto vintage, de forma rápida y sencilla.
Un toque alegre para terminar
Ahora que ya tenemos nuestro despacho bien iluminado, separado, actualizado y listo para ponernos en marcha, solo nos falta algo que nos transmita alegría y vitalidad para dar armonía a la rutina diaria.
Podemos elegir pintar una pared con varios tonos de nuestro color favorito, o bien adornar la mesa y las estanterías con alguna planta. Los cactus son unos auténticos supervivientes de interior, pero el potus y la pilistra también aguantan bastante bien y consiguen crear un ambiente relajado.
Otra forma fácil de romper con la monotonía, ideal para el otoño y el invierno, es hacernos con una alfombra de algún tono vistoso, que nos de color y también calidez. Los azules y turquesa son tendencia esta temporada, ¿te atreves con una alfombra tan llamativa como la de la foto?
Si te han gustado estas propuestas, en la web de Leroy Merlin encontrarás todo lo necesario para adaptarlas a tu despacho. Seguro que te ayudan a trabajar con más ganas.
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