Todos tenemos en casa algún mueble viejo que no termina de convencernos. Antes de retirarlo definitivamente de tu vida, dale una última oportunidad; y es que pintando algunos muebles conseguirás que cambien radicalmente dando un aire fresco y renovado a tus interiores. Te acercamos, con estas propuestas de Leroy Merlin, todo lo que necesitas saber para pintar tus muebles por primera vez.
La importancia de las brochas
Solemos pensar que lo único importante a la hora de pintar un mueble es la pintura. Esto es un error. Es evidente que la calidad de la misma marcará el resultado, pero las brochas también son clave. Para elegir bien debes saber que hay gran variedad. Por ejemplo, tienes las brochas de cerdas naturales. Estas son más espesas y más suaves que las sintéticas y son las recomendables a la hora de barnizar muebles o aplicar pintura a base de aceite o tintes. Su suavidad conseguirá que no queden trazos. Las brochas de cerdas sintéticas son aptas para pintura al óleo, vinílica o plástica, pues sus cerdas son más duras y resistentes a los disolventes químicos.
También debes tener en cuenta la dureza de las cerdas. Las brochas más cortas y duras dejarán vetas en la superficie que pintes. Si quieres crear falsos acabados y texturas, estas son las que debes comprar. Asimismo, las largas y blandas consiguen acabados más lisos y suaves.
Hora de fijarnos en la pintura
Además de las brochas, y evidentemente las cubetas y rejillas, sin pintura no podríamos hacer nada. La variedad de pintura para muebles es inmensa. No obstante, podemos diferenciar, en un primer momento, entre esmaltes acrílicos o sintéticos. Los primeros, también denominados esmaltes al agua, secan mucho más rápido. Además, tan solo necesitas agua para pintar las brochas que uses. No obstante, son menos resistentes al paso del tiempo y los roces.
Por otro lado, los esmaltes sintéticos se diluyen en disolventes sintéticos o aguarrás. Son más adecuados para muebles que sufran golpes, roces y arañazos continuos. Tardan más en secar, pero también son más resistentes.
Pintura tiza, una tendencia que convence
La pintura tiza, también conocida como chalky finish, es un tipo de pintura acrílica que contiene yeso. Como principal propiedad, podemos decir que se trata de una pintura con gran cobertura y un secado muy rápido. Esto supone una gran ventaja, pues lo cierto es que se puede aplicar sin imprimación ni lijado sobre casi todos los materiales, tales como madera, metal, cerámica o piedra, por ejemplo.
Sin duda esa ventaja convence, pero también el acabado; y es que esta pintura consigue muebles con un color mate y tacto aterciopelado. Además, es una pintura que se puede personalizar al máximo, aportando un efecto vintage o envejecido. ¿Cómo? Desgastando la superficie lijando esquinas o zonas concretas con lija o lana de acero fina.
Una solución rápida, la pintura en spray
Si dispones de poco tiempo o prefieres acabar rápido pero necesitas una solución para tus muebles, la pintura en spray puede venirte bien. Es una opción rápida y práctica para pintar superficies pequeñas, además de zonas que son difíciles de acceder con brocha o pinceles.
Su principal ventaja es la rapidez a la hora de aplicarla y la limpieza del proceso. Además, también cuenta con rapidez en su secado (unas dos horas máximo). Su aplicación es facilísima, aunque es recomendable hacerla en lugares abiertos. Los acabados son homogéneos y se evitan las marcas de brochas.
Pasos previos para pintar tus muebles
Lo primero que debes hacer es fijarte bien en tu mueble. Si cuenta con algún barniz o pintura previa tienes que levantarlos con un decapante. Este producto se aplica sobre la pintura vieja para ir liberándola poco a poco de la superficie. Así, tras su uso, se puede retirar fácilmente con una espátula.
Es imprescindible lijar, a no ser que uses, como hemos comentado previamente, la pintura tipo tiza. Este lijado es importante para que el color que usemos posteriormente agarre bien. Tras estos pasos, tu mueble está listo para ser renovado. Hay que destacar, no obstante, que determinados muebles, como los que son de madera natural sin tratar, tan solo necesitan un lijado suave.
No te olvides de la protección
La pintura puede ser un engorro si no protegemos bien el resto de la estancia. Usa elementos como los plásticos de cubrición. Algunos llevan cinta adhesiva incluida para proteger las superficies. Si no fuera el caso, compra también cintas de pintor o cintas carroceras para pegarlos al suelo. La pintura puede limpiarse después, pero siempre es mucho más sencillo evitarlo con estas medidas de seguridad.
Si te han gustado estos consejos, pásate por la página de Leroy Merlin, en la que encontrarás muchos materiales que pueden ayudarte en la renovación y personalización de tu mobiliario.
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