A la hora de plantearnos vestir el cuarto de los más pequeños no sólo tenemos que plantearnos el color, también el material con que lo vamos a hacer, y en ese sentido debemos ser muy prácticos.
Seamos claros, los niños son eso, niños, y no se van a frenar por muy bonitas y decorativas que sean nuestras paredes. Pintan, juegan, arrancan... por eso lo mejor es descartar revestimientos que requieran más trabajo como el papel pintado, que también puede causar ingestiones, etc, y optar por la pintura.
Es una forma rápida, práctica y económica, sobre todo teniendo en cuenta que no nos va a durar mucho.
Si vas a pintar el cuarto recuerda nuestros consejos de color, pero también algunos sobre seguridad, y es que si ya el ambiente con olor a pintura es molesto para nosotros en los niños puede causar graves intoxicaciones.
Procura, si es el primero, tener adecuado el cuarto mucho antes de llevar el bebé a casa, y si tienes hijos, intenta que durante algunos días después de pintar el cuarto no duerman ni entren en él y que esté continuamente ventilado. Si pueden dormir en casa de un familiar incluso mejor, sobre todo si son muy pequeños.
Y ahora lo último sobre el material de los revestimientos: que sea pintura no tiene que ser precisamente aburrido, en decoesfera ya te hemos hablado de una serie de ideas con las que seguro que puedes darle tu y su toque personal al cuarto, sobre todo cunado tiene algo más de edad y necesita estimulación.
Entre las opciones puedes pintar un mural, utilizar pintura con efecto pizarra para que él mismo decore sus paredes cuando quiera, aplicar vinilos decorativos, o adornar las paredes con los típicos moldes de yeso que nunca pasan de moda.