Os hemos dicho muchas veces que un cambio de color en las paredes puede ser la respuesta ante muchas situaciones como la escasa luz natural o los rincones estrechos, pero rara vez se encuentra un juego de imágenes como el de hoy que permita demostrarlo.
En la imagen de arriba podemos ver una habitación con poca luz natural, con paredes oscuras en ladrillo y estrecha. En la parte de arriba, vigas en madera y colores claros de fondo.
En la imagen de abajo podéis ver el cambio. Si olvidamos los muebles y nos fijamos sólo en el cambio que ha resultado de la nueva pintura de las paredes veréis que la tonalidad clara que tienen ahora hace que la luz que entra por la pequeña ventana (que no ha variado de tamaño) viaje mejor a lo largo del cuarto, aprovechándola al máximo.
Además este cambio de color también ha hecho que la habitación parezca más ancha, dándole mayor amplitud, algo a lo que ha contribuido el hecho de pintar las vigas y el techo de blanco, haciendo que este parezca más alto.
De resto, se ha decorado la habitación también con muebles claros y bajos lo que facilita también el viaje de la luz. Se ha aprovechado al máximo el espacio disponiendo pocas piezas y versátiles como el puf central, que hace las veces de mesa de café y revistero.
No sé han eliminado los marcos de las ventanas, el pequeño escalón que se encontraba en la habitación y la chimenea, pero se han adaptado a la nueva situación.
La repisa y el escalón se han pintado de blanco, a la ventana se le han sustituido los marcos, también en blanco y se le ha colocado un estor para permitir así mayor entrada de luz.
Imágenes vía | Re-nest
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