Hace tiempo que habíamos empezado una serie de post sobre el dormitorio infantil y que no sé muy bien por qué habíamos dejado parado, así que vamos a continuar con él.
Si en un primer momento os hablamos de algo tan importante y a lo que se le da tan poca importancia como los suelos hoy toca el turno de las paredes, algo con lo que pasa prácticamente al contrario. Le damos mucha importancia a las paredes de su dormitorio, ya que tienen un poder decorativo muy alto, pero lo cierto es que las paredes en el cuarto de los niños, y los que hayáis tenido hijos lo sabéis, duran en perfecto estado más bien poco.
Por eso hay que optar por ser muy prácticos a la hora de elegir tanto revestimientos como otro tipo de adornos para estas. Pero bueno, empecemos por orden. Lo primero a lo que tenemos que prestar atención a la hora de elegir cómo decorar nuestras paredes son las necesidades del niño que sí, aunque parezca mentira también las tienen sobre las paredes, sobre todo, para los colores:
Durante los primeros años el niño necesita tranquilidad, relax, nada de colores estridentes, una habitación limpia y sosegada, lo mismo que la madre, y en cada vez más ocasiones el padre, que pasarán mucho tiempo ahí.
Además es una habitación donde hay muchas visitas durante ese tiempo asi que necesitamos no sólo que esté despejada, sino también que lo parezca, por eso es importante que durante estos primeros años nos decantemos por los colores claros. Bien sea el blanco, o los pasteles donde destacan por su tradicional utilización el rosa y el azul, ya sabéis dependiendo del sexo.
Esta es una tendencia que cada vez se utiliza menos pero que parte de ahí, son colores muy claros, diferenciados y con los que poder crear un ambiente acogedor y limpio.
Sin embargo la necesidad de la que os hablo cambia con los años. Cuando el niño es un poco mayor y empieza a gatear, a moverse por sí mismo a jugar, necesita estimulación y esta se la aportamos a través del color. Por eso es conveniente que nuestras paredes estén llenas de colores alegres, aunque estos no se los aportemos mediante la pintura o el revestimiento sino mediante otro tipo de accesorios como vinilos decorativos o posters, con los que conseguiremos no sólo un efecto muy colorista sino también mucha estimulación para el pequeño.