El restaurante Gerardo, en Alberto Alcocer, es uno de los restaurantes con más solera y tradición de Madrid. Sus arroces son todo un referente y es uno de los buques insignias del grupo Oter.
Ahora renueva su imagen con la que pretende adaptarse a los nuevos tiempos en los que restauración y diseño van de la mano. La reforma ha sido obra del interiorista Carlos Mayoral y, en su interior ha mantenido el azul del Gerardo anterior como guiño al pasado, pero en un interior totalmente actualizado para el Nuevo Gerardo.
El local cuenta con tres plantas entre las que se sitúan la barra, la zona de comedor, zonas privadas y una gran terraza en planta baja para usar todo el año.
La escalera que conecta las plantas cobra una inusual importancia por su iluminación y su potente azul. El azul, del Gerardo inicial, que nos hablaba de la tradición marinera del local y que ahora lo encontramos además de en la escalera, en muchos revestimientos como en el suelo de la terraza, en los azulejos de la barra, las paredes y algunas sillas de comedor.
Los guiños marineros continúan a lo largo del local con detalles como las lámparas de la barra y de algunas las mesas de comedor.
En la terraza, el ambiente es más relajado y parece la galería de una casa de campo inglesa con sus plantas y el uso del mimbre, como si estuvieras en un pequeño oasis en mitad del asfalto.
En el resto del local, sin embargo, la combinación de los terciopelos, los elementos dorados o el cuero de los taburetes confirman que el Nuevo Gerardo se suma a las tendencias de la estética más distinguida, acorde con la calidad de sus productos.