Berlín es un destino impresionante, ideal para visitar en cualquier momento del año. Con un ambiente cultural efervescente, galerías de arte de vanguardia, cafés llenos de encanto y tiendas en las que cualquiera perdería la cabeza, la capital alemana es el destino elegido para realizar una escapada por miles de españoles cada fin de semana.
Si estás pensando en dónde puedes dormir, aquí tienes una fantástica propuesta: una torre para ti solito ¿Te mola? La water tower es el elemento más llamativo del complejo Rummelsburg Bay, un edificio histórico recientemente rehabilitado en el distrito de Friedrichshain.
Esta torre de ladrillo tiene 22 metros de altura, y es un lugar único para descansar y relajarse tras pegarse todo el día pateando y disfrutando de los atractivos de la capital alemana mientras disfrutas de los tejados que cubren la ciudad.
La torre fue construida en 1875 por el arquitecto berlinés Hermann Blankenstein, y fue levantada para abastecer de agua al antiguo hospicio que abría sus puertas en este lugar, y de ahí el nombre de torre del agua.
Tras la rehabilitación de la torre, que exigió abrir ventanas en las paredes de ladrillo de un metro de espesor, se instaló este mini hotel de cinco niveles en los que se reparten los distintos espacios.
Por ejemplo, en el nivel 1, encontramos la funcional zona de entrada a la torre, además de un aseo de invitados, un pequeño lavadero y un pequeño jardín privado.
En la planta 2, hay una agradable cocina con una acogedora mesa de madera para desayunar mientras disfrutamos del sol de la mañana, y llama la atención también el espejo dorado que hay sobre la propia cocina.
En el nivel 3 se ha dispuesto el cuarto de baño en la que predomina el blanco con distintos toques en madera y con una preciosa** bañera exenta** desde la que puedes relajarte mirando los tejados de Berlín con una copa de vino en la mano...
En la planta 4 se encuentra el dormitorio, quizás el espacio más sencillo de todo este alojamiento turístico, aunque con la cantidad de ventanas que tiene, y el protagonismo de la escalera de subida hacia el último nivel quizás tampoco le haga falta nada más a la habitación.
Y por último, en la quinta planta, podemos encontrar la sala de estar, con un mobiliario sencillo y moderno, un sofá en rojo que es una de las pocas licencias de color que su diseñador se ha permitido en el conjunto de los espacios, y una acogedora chimenea para sentarse junto al fuego y contemplar las vistas panorámicas de 360º sobre Berlín. Sin duda,un lugar especial para pasar unos días en la capital alemena, ¿verdad?
Más información | Wasserturm Rummelsburg